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Hyunjin se encontraba sentado en el borde de la piscina, con los pies entrelazados junto al agua clara que reflejaba la luz de la luna. Con una elegancia innata, llevaba el cigarrillo entre los dedos, mientras miraba cómo el humo se elevaba en espirales hacia el cielo estrellado.

Cada inhalación era pausada, como si saboreara cada bocanada de tabaco, y exhalaba el humo con suavidad, creando una nube que se disipaba lentamente en el aire nocturno.

La brisa nocturna acariciaba su rostro, y el sonido suave del agua moviéndose en la piscina creaba una atmósfera de tranquilidad. Hyunjin cerraba los ojos de vez en cuando, disfrutando de la calma que invadía su cuerpo mientras fumaba.

Sus gestos eran precisos y delicados, como si el acto de fumar fuera una danza íntima entre él y el cigarrillo, una forma de conectar con el momento presente y dejar que los pensamientos fluyeran libremente.

Era como si el humo hiciera algún tipo de campo de fuerza con el cual podía protegerse, en donde no tenía que fingir ser otra persona cada vez que se sentía amenazado con sus propias emociones.

— ¿Fumas? —Preguntó una voz conocida.

El sonido del césped siendo pisado resonaba en la tranquilidad de la noche, creando una sensación de alerta en el ambiente. Cada paso era como un susurro que rompía el silencio, haciendo que los sentidos se agudizaran para percibir movimientos cercano.

La hierba cedía suavemente bajo el peso de quien se acercaba, como si se tratara un susurro que parecía hablar en secreto al oído de la noche.

El peli negro volteó, con una expresión insignificante para luego expulsar el humo de su cigarrillo por tercera vez. Ella ignoró las señales de que Hyunjin no la quería ahí, para luego sentarse a su lado y abrazar sus piernas descubiertas.

— Fuera de aquí —Demandó Hyunjin, regresando la mirada a la piscina.

— No.

Contestó con delicadeza, como si lo entonara a propósito burlándose de que no tenía ninguna autoridad que le afectara. Quitándole el cigarrillo de sus labios, procedió a fumarlo desafiándola contacto visual.

— Entonces me iré yo —Hyunjin estaba a punto de levantarse, pero ella lo había detenido con palabras. 

— ¿Por qué eres así? —Preguntó la menor, expulsando el humo como una experta.

Hyunjin se encogió de hombros por inercia, yéndose de ahí sin esperar una respuesta de Izumi. Por alguna razón quería entablar una simple conversación como todo ser humano normal pero su sistema de defensa hacía que la evadiera.

Caminaba hacia la puerta corrediza, entrando y siendo arropado por la cálida calefacción de la casa. Antes de subir las escaleras la había dado una última mirada a la menor, solo para asegurarse de que estaría bien pero ella ya lo veía primero por lo que soltó una sonrisa burlona.

— Hyunjin —Llamó una voz masculina —No esperaba que estuvieras despierto. Mañana tenemos mucho trabajo.

— Fumaba —Contestó suave, cerrando la puerta detrás de el para sentarse en el sofá junto con su compañero.

— ¿Fumas? —Preguntó Changbin, con una expresión confundida.

— Estoy harto de las preguntas capciosas, Changbin. También estoy cansado, irritado. Siento muchas emociones justo ahora —Expresarse con el era natural, no era la primera vez que lo hacía.

— Te he dicho que dejaras de reprimirte —Susurraba el mayor —Está afectando tu estado de ánimo. Desde que llegaste te la pasas aislado de todo y todos. 

— Odio a la gente —Contestó, procediendo a hacer contacto visual aclarando lo siguiente —No tú, ni nadie cercano a mí. Sólo odio a la gente.

— Entiendo lo que quieres decir —Apoyó Changbin.

Estaba a punto de decir algo más, pero la presencia de Izumi allanó el ambiente con intensidad. Changbin se había callado, ya que por lo que Duque le había dejado en claro; no tenía permitido interactuar con los hombres de allí.

— Olvidaste esto —Susurró, poniendo el encendedor negro en su entrepierna, la cual se veía con una superficie plana por cómo sus pantalones se posicionaban.

Hyunjin no respondió, ni se inmutó en seguirle el juego con la manera en la que Izumi se comportaba. La cara de Changbin cambió de una suave a una completamente seria.

Izumi subía las escaleras, con una sonrisa cómplice con intenciones de hacerle creer a su compañero que había pasado algo con Hyunjin. En cuanto la puerta se cerró la mirada del contrario se había posado en Hyunjin, quien no hacía nada más que tener una expresión confusa.

— ¿Hyunjin, que carajo? —Cuestionaba Changbin, recibiendo una expresión confusa después —¿Estás cogiéndote a Izumi?

— No —Exclamaba en susurros —Esa mocosa siempre esta por ahí sintiéndose inalcanzable. Siempre está hablándome.

— Hyunjin, no me interesa —Expresaba severo —No importa si ella es la que te busca, no quiero que le hagas caso en nada. ¿Sabes lo que pasó hace dos años? Se metió con uno de nosotros y no salió nada bien.

— ¿Qué? —Exclamó impresionado —¿Con uno de ustedes? ¿Contigo? —Changbin negaba, haciendo que lo acompaña afuera ya que no era correcto hablar sobre eso dentro y arriesgarse a que Duque pudiera escucharlos.

— Hace dos años teníamos un compañero —Empezaba a informar —Era diez años mayor que ella, y hacía lo mismo que hacía contigo todo el tiempo hasta que por alguna razón logró estar con el. Izumi se embarazó y fue la forma en la que Duque se enteró de su aventura.

— ¿Que edad tiene Izumi? —Preguntó Hyunjin con las cejas nubladas; estaba confundido.

— La misma que tu hermana —Contestó demandante —Tenía solo catorce años cuando pasó. Duque dijo que lo despidió, pero no creo que haya pasado eso en realidad. 

— Mi hermana últimamente ha estado unida a esa chica —Decía Hyunjin, mostrando preocupación —Izumi es demasiado para ella. 

— Soy tu y no dejaría que se juntara con tu hermana —Changbin decía, a punto de entrar a la casa de nuevo —Y si escuchas sonidos extraños provenientes de su habitación, te recomiendo que te tapes los oídos. La habitación de Jeongin es la tuya.

WALLS┃HYUNJIN. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora