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Hyunjin se encontraba en la sala de reuniones, iluminada por luces blancas que, de alguna manera, le otorgaban una sensación de paz y extraña tranquilidad en medio de la tensión del momento. La habitación estaba impecablemente ordenada, con una gran mesa de conferencias en el centro y sillas de cuero alineadas alrededor. Todos los sicarios, incluyendo a Duque, su superior, estaban presentes, esperando con paciencia mientras Duque terminaba de repartir las fotos que necesitaban para identificar a los enemigos de Hyunjin.

Duque, un hombre de presencia imponente y una autoridad inquebrantable, caminaba alrededor de la enorme mesa, entregando una foto a cada sicario. Cada imagen mostraba el rostro de un hombre, congelado en un momento de despreocupación, ajeno al destino que le aguardaba. Los sicarios recibían las fotos en silencio, estudiando cada detalle, grabando en su memoria los rostros de los hombres a los que pronto cazarían y eliminarían. Hyunjin observaba a Duque mientras realizaba su tarea, notando la eficiencia y precisión en cada uno de sus movimientos.

— Estos son los hombres que le dispararon a Hyunjin en ese club —Dijo Duque con voz firme, rompiendo el silencio de la sala.

Sus palabras resonaban en el aire, cargadas de una mezcla de gravedad y resolución. Mientras continuaba distribuyendo las fotos, el ambiente se cargaba de una determinación silenciosa. Cada sicario comprendía la importancia de la misión y el peso de la venganza que debían llevar a cabo. Hyunjin sentía una mezcla de alivio y furia al ver los rostros de sus agresores, sus ojos destilando una promesa silenciosa de retribución mientras aceptaba la foto de Duque y la estudiaba con atención.

— Son fuertes, pero no inteligentes —Hablaba Duque, recibiendo la atención de los hombres presentes —Hyunjin tiene un plan, y quiero que lo sigan al pie de la letra en el momento de salir a buscar a esos hombres. ¿Quedó claro?

— Si, señor —Respondieron todos al unísono, viendo cómo Hyunjin se levantó ya que era su turno de hablar.

Era el turno de Hyunjin para hablar. Al sentir todas esas miradas sobre él, una ola de orgullo lo inundó, aunque lo ocultaba detrás de una expresión de seriedad y concentración. Siempre había soñado con tener su propia organización y ahora, parado ahí, armando un operativo que había nacido de su mente, sentía una satisfacción que apenas podía contener.

— Bang Chan es el líder de la organización en donde yo trabajaba —Empezó a explicarles, a medida que las luces de apagaban mientras que aparecía un proyector mostrando información adicional —Es un hombre poderoso, fuerte, pero no inteligente. Es predecible al igual que sus demás hombres.

Mientras hablaba, sus ojos recorrían la sala, observando los rostros de los sicarios que le devolvían miradas de respeto y lealtad. El hecho de que todos los presentes estuvieran dispuestos a arriesgar sus vidas por él era algo que apreciaba profundamente. Sí, ellos arriesgaban sus vidas regularmente cuando salían a cumplir misiones, pero esta vez era diferente. Esta vez, se trataba de una venganza personal, de un ataque directo contra él. Hyunjin no podía evitar sentir una mezcla de gratitud y responsabilidad hacia ellos.

— Este operativo es crucial —Continuó, su tono grave —No solo se trata de retribución, sino de enviar un mensaje claro a cualquiera que intente cruzar nuestra línea. Nos moveremos con precisión y sin piedad. Cada uno de ustedes tiene un papel vital en esta misión y confío en que ejecutarán sus tareas a la perfección.

— ¿Hay algo de lo que nos debamos preocupar? —Preguntó Changbin después de levantar el dedo pidiendo permiso para hablar.

— No exactamente —Respondió con una sonrisa leve —Pero hay alguien de quien deben tener cuidado —Mostró una foto de Felix —El es el francotirador principal de la organización, si vamos donde Bang Chan se esconde y no lo ven, tengan mucho cuidado.

WALLS┃HYUNJIN. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora