87

330 31 8
                                    

Hyunjin había estado despierto desde el momento en que Duque abrió la puerta, pero había optado por mantener los ojos cerrados, escuchando en silencio hasta qué punto llegaría la conversación. Sentía la calidez del cuerpo de Izumi junto al suyo, y aunque estaba cansado, la presencia de Hikari y Duque en la habitación le impidió relajarse por completo.

Al escuchar los susurros de sus madres y percibir su vacilación, decidió intervenir. Sin abrir los ojos, susurró directamente, haciendo que ambos adultos se detuvieran en seco.

— ¿Para qué vinieron? —Preguntó Hyunjin, su voz era baja pero firme.

Hikari y Duque se quedaron inmóviles, sorprendidos por la inesperada intervención. Hikari intercambió una mirada con Duque, sabiendo que su hijo había estado consciente todo el tiempo. Se aclaró la garganta, intentando recuperar la compostura.

— Vinimos a ver cómo estaban —Respondió Hikari suavemente, acercándose un poco más —Solo queríamos asegurarnos de que estuvieran bien.

Hyunjin abrió los ojos lentamente, encontrándose con las miradas preocupadas de Hikari y Duque. Suspiró y se incorporó ligeramente, sin soltar a Izumi, quien continuaba dormida a su lado.

— Estamos bien —Dijo Hyunjin, con un tono de voz más relajado pero todavía firme —Solo necesitábamos un poco de tiempo para nosotros.

Duque asintió, comprendiendo la situación mejor ahora al ver la determinación en los ojos de Hyunjin. Hikari, sintiendo que su presencia ya no era necesaria, le dio una última mirada a su hijo y a Izumi, esbozando una pequeña sonrisa antes de tomar a Duque del brazo y guiarlo fuera de la habitación.

— Descansen —Murmuró Hikari antes de cerrar suavemente la puerta detrás de ellos, dejando a Hyunjin e Izumi en la tranquilidad de su intimidad.

Hyunjin soltó un chasquido de lengua seguido de una pequeña risa mientras la puerta se cerraba. Con cuidado, se deslizó fuera de la cama, moviendo a Izumi con delicadeza para no despertarla. Se vistió con las prendas que Izumi le había quitado horas antes, tomándose un momento para mirarse en el espejo, acomodando su cabello con una mano para asegurarse de que estaba presentable.

Con una última mirada a la figura dormida de Izumi, salió de la habitación y se dirigió a la cocina, donde Hikari y Duque habían regresado. No dijo una palabra mientras entraba, y ambos lo observaron en silencio, siguiendo cada uno de sus movimientos con la mirada.

Hyunjin sacó una taza del armario, abrió el refrigerador para tomar un cartón de leche, y luego buscó una caja de cereal en uno de los gabinetes. Vertió la leche y el cereal en la taza y se sentó en la mesa, frente a Hikari y Duque. Su expresión era una mezcla de severidad, burla y complicidad.

— ¿A qué se debió eso? —Preguntó Hyunjin, llevándose un bocado de cereal a la boca.

Duque lo miró con una mezcla de exasperación y resignación, mientras Hikari esbozaba una ligera sonrisa, tratando de aliviar la tensión.

— Solo queríamos asegurarnos de que estaban bien —Repitió Hikari suavemente.

Hyunjin asintió, masticando lentamente antes de responder.

— Estábamos bien —Tragó, sus ojos se clavaron en Duque —Antes de que ustedes entraran como locos en mi habitación.

Duque se tensó, sus cejas fruncidas en una mezcla de frustración y algo de vergüenza. Hyunjin se dio cuenta del cambio en su comportamiento y decidió enfrentarlo directamente. Giró su cabeza para mirarlo fijamente, su mirada severa y desafiante.

WALLS┃HYUNJIN. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora