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En medio de la tumultuosa escena, Hyunjin se encontraba rodeado, con varios hombres aprovechando su larga cabellera para sujetarla y debilitar su resistencia. La tensión en el aire era palpable mientras luchaba por liberarse de sus agresores.

En un momento crítico, uno de ellos intentó cortarle el cuello con un afilado cuchillo, pero la rapidez de Hyunjin le permitió levantarse de un brusco movimiento, lanzando al agresor al suelo antes de que pudiera infligirle daño.

A pesar de estar en desventaja numérica, la determinación de Hyunjin brillaba en sus ojos, mientras evaluaba rápidamente sus opciones en medio del caos. Cada segundo contaba en esta lucha desigual, y su instinto de supervivencia lo impulsaba a actuar con rapidez y astucia.

Con el corazón latiendo con fuerza, se preparaba para contraatacar y defenderse con todas sus fuerzas. Había apuñalado varias veces al hombre que había derribado, para devolver su mirada hacia atrás y cortarle el cuello al otro quien se acercaba. Lo tomó de su camiseta tomando su cuello y romperlo y soltar una sonrisa de lado al ver que quedaban solo cinco.

— ¿Eso no es ilegal? —Cuestionaba Izumi apretando sus puños. Estaba buscando contacto visual pero el no le hizo caso. 

— Lo ilegal es el evento en sí —Informaba Luján riendo, mirando el show entretenida —No que ellos hagan alianza para matarlo.

El sonido de la lucha resonaba en el aire, acompañado por gruñidos de esfuerzo y el choque de cuerpos. Hyunjin se movía con agilidad, esquivando golpes y lanzando esos contraataques precisos, mientras buscaba una oportunidad para escapar de la situación la cual era muy comprometedora.

Peleaba como si tuviera años entrenando y la fe de Duque aumentaba más cada vez que lo estaba viendo pelear. Era como en los viejos tiempos, se veía el mismo junto con su padre cuando eran unos don nadie.

Las mismas expresiones que el hacía, y la manera en la que sonreía disfrutándolo lo hacía sentir como en casa. Una vez más lo habían tomado del cabello, pero esta vez no había sido tan rápido ya que había recibido dos puñaladas sin piedad en su estómago y otra en su brazo por la manera en la intervino para cuidarse.

Izumi se paró tapando su rostro, estaba a punto de detenerlo todo pero Duque la había mirado con un semblante frío levantándole el dedo índice.

— Siéntate —Ordenó.

La situación se tornó aún más desesperada cuando Hyunjin fue brutalmente derribado, sintiendo cómo lo sujetaban del pie y lo arrojaban violentamente al suelo.

El impacto lo dejó indefenso, boca abajo, mientras una lluvia de esas puñaladas se abatía sobre su amplia espalda. Cada golpe era como un relámpago de dolor, y su sudadera, aunque oscura, no podía ocultar la profunda mancha de sangre que se extendía por ella, marcando la ferocidad del ataque.

A pesar del horror que lo envolvía, Hyunjin se aferraba a una chispa de esperanza, negándose a rendirse ante la oscuridad que amenazaba con consumirlo. Con cada puñalada, su determinación crecía, alimentada por la voluntad de luchar por su vida hasta el último aliento.

— Lo van a matar, papá —Lloriqueaba Izumi, recibiendo nada más que ignorancia de parte de su padre.

— El decidió hacer esto —Demandaba Duque, amenazando a su hija de que no siguiera con su intervención.

— Tiene una familia —Hablaba, conteniéndose las lágrimas, debía pretender que solo tenía empatía y ya. 

— Una familia que el considera ser un estorbo para su trabajo —Duque tenía un poco de razón, ya que el menor no pensaba así del todo.

Izumi tenía miedo, sentía cosas por él, demasiadas las cuales se intensificaban mientras esa sangre pintaba su brazo color carmesí, ya que la puñalada que recibió era muy profunda.

La certeza de que la muerte acechaba a la vuelta de cada cuchillada lo impulsaba a resistir con todas sus fuerzas. El tiempo parecía detenerse en medio del caos, cada segundo eterno mientras luchaba por mantenerse consciente, por encontrar una oportunidad para contraatacar. Cuando se vio completamente indefenso, se habia volteado con rapidez boca arriba, metiendo su mano por la parte de atrás de su sudadera, sacando su arma y disparándole a todos los que estaban a su alrededor.

Intentando levantarse, la herida del cuello de Hyunjin se había abierto y los puntos que tenía en su dedo por igual. Los espectadores ricos al igual que Duque aplaudían y silbaban cuando con las pocas fuerzas que le quedaban se había levantado, y a medida que el iba mirando a su alrededor todo se tornaba borroso y las voces estaban escuchándose cada vez más lejos. 

Hyunjin respiraba agitadamente, pero cada vez que se enfocaba más en los latidos de su corazón, ésta se disminuía a medida que todo su entorno se oscurecía finalmente cayendo al suelo nuevamente, pero esta vez sin ningún riesgo en hacer asesinado.

WALLS┃HYUNJIN. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora