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El nudo en la garganta de Izumi se había apoderado de ella con una fuerza abrumadora, sintiendo como si cada respiración fuera un esfuerzo titánico. Sus uñas se clavaban en las palmas de sus manos con tal intensidad que casi podía sentir el dolor físico como una distracción momentánea del tormento emocional que la consumía.

Un puchero involuntario se formó en sus labios mientras luchaba por contener el torrente de emociones que amenazaba con desbordarse. Con cada respiración temblorosa, los ojos de Izumi se llenaban de lágrimas que amenazaban con deslizarse por sus mejillas en cualquier momento.

Sentía una presión abrumadora en su pecho, como si estuviera en el borde de un abismo emocional, a punto de caer en un mar lleno de desesperación y tristeza.

— Ahora vas a llorar —Reía Sakura irónicamente —¿Quieres llorar? Que maldita. Eres una maldita vampiresa. Le robas... ¡la puta vida a todos! ¡Te gusta hacerlo! Te hace sentir bien.

— Eso no es cierto —Se defendía, absorbiendo su nariz limpiando con rapidez sus lágrimas.

Izumi se rehusaba a permitirse a ella misma verse débil frente a Sakura. La fragilidad de su estado emocional se reflejaba en su mirada enrojecida, mientras luchaba por mantener toda la jodida compostura, sabiendo que estaba al borde de un llanto desgarrador que amenazaba con consumirla por completo.

— Sí es cierto —Demandaba sin tener miedo de escupir todas sus verdades —Todo debe de tratarse de la maldita Izumi, ¿cierto? ¿No sabes lo que haces? Sólo te haces la inocente.

Izumi solo la escuchaba, estaba acostumbrada a recibir este tipo de palabras en discusiones pero esta vez se sentía diferente. Esta vez la estaba golpeando muy fuerte — Como si fueras un ángel. Un ángel que no sabe lo que hace —Sakura fingía una voz inocente, como si se estuviera burlando con ironía de la personalidad de Izumi.

— Te amo.

— No, claro que no. Amas que te amen. ¡Maldita zorra necesitada que le gusta consumirle la vida a las personas! ¡Y esa mierda duele, Izumi!

— Te amo —Lloriqueaba.

— No es cierto —Gritaba Sakura. Sentía que iba a perder la puta cabeza —¡Deja de decirlo! ¡Tú no me amas! —Su respiración estaba agitada, sentía que explotaría en cualquier momento —Tú me dejaste de hablar cuando más te necesité. Mentiste y dijiste que yo fui la que te obligó a hacer la persona que eres ahora; ¡casi me envían a un maldito internado! Porque tu padre no sabe la clase de zorra que eres y lo despreciable que puedes llegar a ser, Izumi.

Izumi se levantó de la cama con determinación, moviéndose rápidamente hacia Sakura mientras las lágrimas surcaban las mejillas de esta última, una tras otra, como un torrente de emociones incontrolables.

Con delicadeza, Izumi se acercó y con manos amorosas, secó las lágrimas que caían por el rostro de Sakura, sintiendo el peso de su angustia y desesperación. Cada gesto era un intento desesperado de consolarla, de aliviar el dolor que la consumía, pero ya no era lo mismo, Sakura no se sentía igual.

— No llores —Lloriqueaba Izumi, mientras más Sakura lloraba más apuñalada se sentía.

Sakura, abrumada por la tormenta de emociones que la envolvía, aceptó el contacto físico de Izumi con gratitud, encontrando un pequeño consuelo en su cercanía reconfortante.

Las palabras de aliento de Izumi resonaban en sus oídos, como un bálsamo para su alma herida, mientras imploraba a Sakura que detuviera sus lágrimas.

En ese momento, parecía que Izumi comprendía y sentía cada fragmento del dolor que Sakura llevaba consigo, como si estuviera compartiendo su carga emocional, y eso solo profundizaba el lazo entre ellas.

— Tu me abandonaste y me dejaste sola —Seguía quejándose, ya sin las fuerzas para gritar —Una verdadera amiga es alguien que te ama, y no hace cosas así, Izumi.

— De verdad lo hago —Absorbía su nariz, negándose así misma que no quería mentirle más —Pero no puedo hacerlo como tú quieres que lo haga, Sakura.

— Entonces si de verdad me amas solo aléjate de mi vida... —Quitaba su tacto del su rostro con delicadeza —Para siempre. Sería genial porque cada vez que te veo me hace sentir enferma.

WALLS┃HYUNJIN. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora