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Hyunjin sonrió, soltando uno que otro suspiro para aliviar las ganas de vomitar que tenía debido a la sensación de incomodidad. Lamió sus labios, manteniendo el contacto visual mientras se mantenía serio. Karina intentó tomarlo de las mejillas, pero Hyunjin se alejó con determinación.

— No —Negó firme —Sin tocarnos.

— Bien —Susurró Karina, soltando uno que otro suspiro.

Hyunjin le indicó que cerrara los ojos. Finalmente, cerró los suyos y se acercó, pegando sus labios con los de Karina, formando un leve beso. Luego, Hyunjin se apartó rápidamente, haciendo que sus labios al separarse soltaran un chasquido junto con un pequeño lloriqueo y tocándose a sí mismo como si estuviera lleno de insectos.

— No puedo hacerlo, carajo —Murmuró, visiblemente afectado —Es raro.

Karina se quedó paralizada, sintiendo la confusión y la incomodidad en el aire. Observó a Hyunjin, quien parecía estar luchando internamente. La atmósfera entre ellos era tensa y extraña.

— Lo siento, Karina —Dijo Hyunjin con pesar —No puedo hacer esto. Es incorrecto.

Karina asintió, con el corazón palpitando rápidamente en su pecho. No quería hablar, solo quería que la incomodidad se disipara.

Hyunjin caminó hacia la ventana y abriéndola de par en par para dejar entrar un poco de aire fresco. Miró afuera, recargándose contra el marco de la ventana y respirando profundamente.

— Creo que deberías irte a tu habitación —Dijo finalmente, sin volver a mirar a Karina.

Karina se levantó lentamente, ignorando la orden de su hermano de irse a su habitación. No podía apartar la mirada de él, su respiración agitada reflejaba la ansiedad que sentía. Sentía que había arruinado la relación con su hermano, pero una parte de ella sabía que no podía irse ahora, no después de haber convencido a Hyunjin de hacer algo tan audaz.

Hyunjin se volvió hacia ella, soltando un suspiro y cerrando la ventana con rapidez. Se acercó a Karina con determinación, mirándola frenéticamente a los ojos como si estuviera drogado por la pura adrenalina. Sin decir una palabra, tomó su rostro entre sus manos y la besó de nuevo.

Karina se sorprendió al principio, pero luego se dejó llevar por el beso. Sus labios se encontraron con los de Hyunjin en un contacto suave pero firme. Fue un beso lleno de emociones encontradas: deseo, confusión, complicidad. Hyunjin parecía luchar consigo mismo, pero Karina lo sostuvo cerca, sintiendo el calor de su cuerpo y la intensidad de su conexión fraternal.

Las manos de Hyunjin bajaron sin darse cuenta hacia la cintura de Karina, soltando uno que otro suspiro por el aire que les faltaba, sin despegarse el uno del otro. Por un momento, el tiempo pareció detenerse, sus mentes se nublaron y sus ojos se cegaron, olvidando por completo que eran hermanos de la misma sangre.

Hyunjin se sintió en conflicto consigo mismo, pero la atracción y el deseo que había sentido hacia Karina durante mucho tiempo parecían haberse liberado. Sus labios se movían con urgencia contra los de ella, explorando terreno desconocido pero prohibido. Karina se dejó llevar por la intensidad del momento, sus pensamientos se desvanecieron y solo pudo enfocarse en las sensaciones que despertaba en ella.

El beso fue breve pero intenso, cargado de emociones encontradas. Hyunjin sonrió como Karina lo empujaba a la cama, aún con sus labios pegados los cuales ahora habían invitado a la lengua participar. La menor se había acostado encima para luego sentir las grandes manos de Hyunjin pasar por sus curvas las cuales el no sabía que Karina tenía. Llegaron hasta su trasero, para soltar uno que otro suspiro al sentir los movimientos de cadera que ella hacía al sentir su miembro abultado en la fina tela del short de pijama.

WALLS┃HYUNJIN. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora