Capitulo 39

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Había terminado el partido ya estabamos rumbo a las habitaciones, tengo entendido que cada quien tiene su propia habitación, no se como Sebas le hizo pero me quedo con el.

Llegamos a la habitación de Ángulo por mis cosas.

–Y eso es todo–Dije cerrando la maleta.

–¿Segura?.

–Si, pero si encuentras algo que sea mio Ángulo me avisas porfís.

–Claro que si mi querida Naylen, si veo algo que sea tuyo te lo entrego–Dice Ángulo.

–Bien vámonos, nos vemos en unas horas–Dice Sebas y Ángulo asiente.

–Ya esta, nos vemos en un rato más par de tortolos, disfruten y por favor no aplaudan tan fuerte si–Dice Ángulo riendo y yo sonrió nerviosa.

–Callate we que me la pones nerviosa y si escuchas algo ponte unos tapones en los oídos por que ya veo que mira, escuchas desde larga distancia–Dice Sebas riendo.

–Eres un hijo de la, nomas no digo groserías por que esta aquí Naylen.

Después de eso salemos de la habitación y caminamos hasta la de Sebas, llegamos y entramos.

–Porfin juntos y solos–Dice y yo asiento mientras que dejo mi maleta aun lado.

No me dejo hablar cuando ya lo tenía sobre mis labios, sus manos atrás de mi nuca haciendo un poco más de presión sintiendo como nuestros labios se mueven al unisolo.

Su otra mano baja al inicio de mi blusa y siento como entran peligrosamente abajo sintiendo sus cálidas manos sobre mi piel, sus caricias eran sutiles y calidas.

–Quieto campeón–Dije separándome un poco.

–Oh no amor, tengo demacido tiempo sin verte y ni tenerte–Dice con una carita tierna.

–Amor debes estar listo para la salida con tus amigos, después llegaremos tarde–Dije acariciando su mejilla.

–Odio llegar tarde pero con tal de tenerte no me importa llegar tarde, no me importa que todo el maldito hotel escuche tus dulces gemidos, que escuchen como gimes mi nombre–Dice y yo trago duro ante sus palabras.

–Sebas.

–Te he puesto caliente lo se–Susurra en mi oído y siento como chupa mi lóbulo.

–Amor no creo que–Dije nerviosa–Hay dios.

–Vamos bebe se que me quieres tanto como yo a ti.

–Si pero llegaremos tarde.

–Esta bien tu ganas–Dice sonriendo.

–Si, anda ve a ducharte–Dije.

–Lo que pida mi reyna.

Me volteo y salto al sentir como estampa su mano en mi dándole una nalgada.

–Es inevitable no hacerlo–Dice con una sonrisa.

Niego riendo y veo que toma sus cosas entrando al baño, estaba en si cambiarme.

Estoy como 10 minutos decidiendo y busco algo diferente para ponerme, se que vamos a un restaurante elegante y pues quería verme linda, solo me cambiaría y retocaria mi maquillaje.

Me decido por una falda negra de cuero, una blusa tipo corcet blanca cada ves me animaba a salir de mi zona y eso me da alegría al ver que cada ves me animo más a ponerme cosas que me gustan sin temor alguno.

Me cambio y paso un spray por mi cabello chino y largo, que fue la sensación entre la gente del estadio queme rodeo, todos me lo chulearon y la verdad eso me hace feliz.

Die For You 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora