Sempiterno

Capítulo 14.

Anneliese

Noto una mano en mi vientre y suspiro mientras me acurruco un poco más en esa fuente de calor.

Espera un momento. Abro los ojos de golpe, sin moverme un solo centímetro, ¿quién me está abrazando? Mi vista se adapta al entorno y veo que estoy con mi familia en unos colchones hinchables.

Ya recuerdo, estoy de acampada en el bosque. Mierda, me asusté para nada. A quien tengo detrás es a Zack.

Me doy la vuelta y lo veo durmiendo, así que pongo mi cara debajo de su cuello para tener más de su calor.

—Joder, que alguien apague el sol — escucho a Anastasia y suelto una carcajada sin querer, haciendo que Zack frunza el ceño y abra los ojos.

Me encuentra mirándolo y me doy la vuelta corriendo.

—No es divertido — sigue hablando sola —, apenas he dormido por culpa de Adhara. A cada minuto roncaba más fuerte, ¿competías con alguien en tus sueños o qué?

—Y tú no dejabas de lanzar patadas, ¿qué estabas practicando Muay thai o qué? — refunfuña tapando su cara con la manta.

—Que alegría despertar así — habla mi hermano estrujando a Kath y ella se mueve —. Oh, lo siento, pensaba que eras mi almohada.

—Ridículo — resopla Zack y todos reímos porque sabemos que lo hace queriendo.

Me levanto para coger mi neceser. Necesito descargar la vegija y lavarme los dientes, justo a unos minutos hay un pequeño río.

—Espérame — pide Adha y me quedo de pie viendo como estira todo su cuerpo bostezando.

Las demás me acompañan y las cuatro salimos.

—Diosa, me muero de sueño — lloriquea Kath y An la abraza.

—Yo también.

Después de hacer nuestras cosas y cepillarnos los dientes, volvemos a nuestra casita temporal para ver a mi hermano que está encendiendo el fuego para hacer el desayuno.

Más tarde vamos a tener que ir al río para poder lavarnos, porque no pienso quedarme un fin de semana sin lavar ninguna parte de mi cuerpo.

Zack sale con otra ropa y se marcha, así que nosotras aprovechamos para poder vestirnos y quitarnos el pijama.

—¿Me podéis pasar el pan? Quiero hacerme unas tostadas con mermelada.

Kath sale la primera para ayudar a mi hermano después de buscar las cosas y nosotras sacamos lo demás.

—Ese fuego está muy alto, vas a carbonizar las tostadas — le dice Zack cuando vuelve.

—No soy un hombre de campo — suspira mi hermano y todos alzamos las cejas.

—Eres un lobo — responde Adha lo obvio —, aunque un poco tonto.

Intento aguantar la risa y ella viene hacia mí cuando mi hermano se levanta.

—Se lo voy a decir a mi tío Kenzo — lo señala cuando llena un vaso de agua para mojarla.

—Chismosa.

Quito a mi hermano del fuego y esta vez Adhara es quien me ayuda a preparar todo. Pongo las tostadas que caben y luego hago lo mismo otra vez.

Cuando ya hay suficiente comenzamos a prepararlas como nos gusta.

—Toma — Zack me pasa una huntada de Nutella y le sonrío.

Y me pasa otras dos y luego otra.

—¡¡AAAHHH!!