Capítulo 45.

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Anneliese

Zack piensa que no me di cuenta de que oculta algo. No pude hablar con él después del sexo que tuvimos y me dormí. Esta mañana cuando me levanté, ya no estaba en la cama. Tiene que estar en el entrenamiento.

Después de darme un baño largo, me visto para llevarle los regalos al pequeño cachorro, Valentino es hermoso. Kath me ha estado enviando fotos cada cinco minutos, tengo un álbum lleno de su carita. Ya quiero que nazca también mi hermanito.

Le envío un mensaje de buenos días a mis padres, para luego enviar uno a Kath diciendo que me dirijo a su casa. Tengo que entregarle estos regalos.

Me subo en el coche y conduzco hasta la casa de mi tía. Kath me abre la puerta sonriendo y alza las cejas al ver todas las bolsas.

—Te has vuelta loca — afirma dejándome pasar.

—Hay que consentir al pequeño.

Veo a mi tía con Valentino en sus brazos y es el primero en verme y veo como sus mejillas se vuelven rojitas. Está para comérselo, es tan hermoso. Me acerco a ellos soltando un pequeño suspiro.

—Hola — le doy un beso en la mejilla a mi tía y ella deja uno en mi frente —. Hola, pequeño — acaricio su mejilla y hace pompas con su boca.

—Este niño — mi tía niega con la cabeza —, es un coqueto, mira como sus mejillas se ponen rojas.

Sonrío antes de sentarme a su lado y comenzar a sacar la ropita.

—Le he comprado muchas cositas — veo la mirada cargada de ternura que me da mi tía —. Mira este gorrito, va en conjunto con este chándal.

—Mi niña — acaricia mi mejilla —, muchas gracias por esto. Ya sabemos quien va a ser su prima favorita.

—Oh, mira esto — dice Kath cuando sigo sacando cosas y llego a un peluche de conejito.

Mi tía no deja de agradecerme por todo y Kath se lleva todas las cosas diciendo que las va a guardar.

—Toma — me pasa a Valentino y lo cargo. Estaba esperando el momento y el cachorro no dejaba de alzar su manita hacia mí.

Vuelvo a sentir ese deseo, ese amor. Cuanto me gustaría tener mi propio cachorro.

—Es tan bonito — susurro sin apartar mis ojos de los suyos, igual de azules que los de Kath o mi tía — y tan pequeñito.

Mi corazón bombea fuerte cuando alza su manita para tocar un mechón de mi cabello y sonrío.

—Pronto nacerá tu nuevo hermanito — comienza a hablar mi tía, pero no puedo apartar los ojos del bebé que tengo en brazos —. Tu madre aún no ha elegido nombre, está indecisa.

—Cierto, a mí me gusta mucho Asher — respondo a la vez que toco la pequeña nariz del bebé —. Sabes que ella es muy indecisa.

Asiente y cuando vuelve Kath, pasamos la mañana hablando. Le doy el bebé a mi tía cuando me levanto para irme a casa y este llora haciendo pucheros.

—No llores — susurro pasando mi dedo por sus pequeñas cejas ,—volveré mañana.

Me despido después de diez minutos de llanto, se ha callado solo cuando mi tía le ha dado de comer y en la puerta me despido de Kath.

Al volver a casa me tumbo en el sofá, aún es temprano para hacer la comida, y sinceramente no tengo ganas de salir a ningún lado. Me meto en las redes sociales y enciendo la televisión para ver alguna serie. 'Friends' nunca falla y veo cuatro capítulos antes de levantarme a preparar la comida.

SempiternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora