Anneliese
Diosa, esto es hermoso. Desde el avión se ve el amanecer, tengo que despertar a Zack.
—Amor — susurro pasando mi dedo por su mandíbula —. Pronto vamos a aterrizar.
Sigue sin responder y necesito que vea el paisaje tan hermoso.
—Vamos, levanta — dejo unos besos por su cara y él me abraza fuerte.
—¿Qué ocurre?
—Estamos llegando.
Nos levantamos y él mira el paisaje dejando un beso en mi cabeza. Nos vamos a los asientos para ponernos el cinturón y llega Gabriela, la azafata.
—Buenos días, ¿les traigo algo?
—Buenos días — respondo —, me gustaría tomar un zumo de naranjas.
Zack no pide nada y enseguida me trae el zumo.
****
—Esto es hermoso — un coche nos estaba esperando al bajar del avión y nos ha conducido por toda la isla hasta llegar a nuestra zona, donde hay más de siete casas. El paisaje es increíble.
Todo lo hice con ayuda de mi madre, quería darle un regalo especial a Zack y no sabía si le iba a gustar este viaje, pero por su cara puedo decir que sí. Parecemos niños pequeños mirando todo con curiosidad y asombro. De verdad que esto es realmente hermoso.
Al bajar del coche nos dirigimos a la casa, que es enorme. Todos los espacios son abiertos y eso hace que tenga toda la luz que el día proyecta.
—Muchas gracias — le digo al hombre que nos ha traído y se despide.
Al entrar vemos que nos han dejado el desayuno preparado. Hay de todo, frutas, tostadas, bacon, huevos. De todo. No hace falta decir que nos lanzamos a la comida como unos muertos de hambre.
—Está buenísimo — habla Zack sin dejar de tragar.
Terminamos el desayuno y subimos a la habitación para dejar las maletas y poder cambiarnos. Zack se pone un pantalón corto y yo un bikini de dos piezas.
La casa está a pie de playa, hay otras más alejadas, pero no veo a nadie ni escucho nada. Hemos bajado a la planta baja para salir al exterior.
—No, Zack — murmuro cuando me agarra de la cintura y noto que tiene la intención de tirarme al agua.
—Lo siento, mi dulce mate, pero te noto acalorada — responde y me suelta a la piscina. Me tira como si fuese una pelota.
Salgo a la superficie para verlo con una sonrisa enorme y me cruzo de brazos con una ceja alzada. Zack baja la mirada un poco y me doy cuenta de que está mirando mis pechos.
—Me debes una — le digo y él solo asiente.
Bien. Un poco de diversión no le hace daño a nadie. El cabello lo tengo recogido en un moño y llevo mis manos atrás para desatar el bikini. Zack alza una ceja y le sonrío dulcemente cuando le lanzo la parte de arriba que le da en el pecho.
—Tienes razón. Estoy acalorada.
Sus ojos se vuelven más negros y se tira al agua de cabeza. Con pantalón y todo. Cuando llega a mi lado me gira hacia él, quedando cara a cara notando como pasa sus dedos por mi espalda.
—Estás mostrando lo mío — su voz sale más ronca —. Suerte que no haya nadie cerca o lo habría matado.
Me lanzo a su boca. Lo beso como si mi vida dependiera de ello y él me lo devuelve con la misma intensidad.
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Sempiterno
WerewolfAnneliese es una chica curiosa, risueña, amable y humilde, pero también muy caprichosa y mimada, como lo era su madre. Amada por todos y deseada por otros. Zack es un chico que tuvo una infancia difícil, oscura y triste, pero una adolescencia hermos...