Capítulo 22.

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Zack

Estoy esperando a Anne en la entrada del instituto para llevarla a la ciudad y almorzar en uno de los restaurantes de Kenzo. Cuando salen las cuatro juntas, veo que Malek la mira desde otro punto. Siendo sincero, no me da buena espina.

—A mí tampoco, tenemos que matarlo — gruñe Sirius.

—No podemos matar a nadie así de fácil. ¿Cómo lo justificamos? Mientras no le haga nada a ninguna de las mocosas, está bien.

Cada vez están más cerca y Ethan sale de la nada poniendo su brazo en los hombros de Katherine. Malek da unos pasos hacia Anne frenando su paso y frunzo el ceño atento a lo que dice.

—¿De verdad te vas a ir con él? Es por ese que no me respondes los mensajes. Dijiste que no lo hacías porque estabas concentrada en tus estudios — sisea frente a su cara y tenso la mandíbula.

—No tengo que darte explicaciones, Malek. No somos nada, solo quedamos dos veces y no pasó absolutamente nada, te pido amablemente que te apartes de mi camino — pide sin titubear.

—Hazle caso si no quieres acabar mal — lo amenaza Ethan.

—Tu hermana es una maldita mentirosa — doy unos pasos silenciosos para ponerme en su espalda.

Debe ser un hombre muy estúpido para no sentir mi presencia. Ethan sonríe de lado y cierra la boca.

—No te mentí, ya nos vemos — dice Anne, nerviosa al verme.

—No sabía que te gustaba jugar a las zorras.

—Oh, amigo, te has metido en un problema — susurra Adhara tapándose la boca.

Agarro al estúpido del hombro dándole la vuelta y le doy un puñetazo en la boca, sintiendo su mandíbula crujir bajo mis nudillos. Cae al suelo mirándome furioso y se levanta de un salto.

—¿Qué coño haces?

—O te largas o te prometo que no solo recibirás un puñetazo. Deja de atosigar a Anneliese porque la próxima no me voy a contener.

Agarro la cintura de Anne llevándola al coche. Se despide de las demás, pero lo que dice Malek a continuación hace que se tense de inmediato.

—¿Te irás al club a follar cuando la dejes en su casa como siempre? — se ríe y solo puedo mirar a mi mocosa que ya me está observando con tristeza y decepción.

Ethan se le va encima, tirándolo al suelo y dándole puñetazos. Debe sentir la tristeza de su hermana, yo mismo detecto como su aroma ha cambiado.

—Cierra la boca de una puta vez, cabrón — le corta el oxígeno al dejar el antebrazo en su cuello.

—Ethan, basta, por favor — pide Anne alejándose de mí y comienza a caminar.

Mierda. Mierda. Mierda. Joder, quiero gritar y matar al hijo de puta este.

—Tienes que hablar con Anne — lloriquea mi lobo. Pero, ¿qué le voy a decir?

—¿Quieres que le diga que me he acostado con mas mujeres de las que recuerdo?

—Haz algo, inútil. Te lo advertí muchas veces.

—Tampoco te negabas — le digo antes de cortar el link.

Veo como pasa de largo mi coche y sigue caminando.

—Anne.

No responde y camina más rápido. No sabe que en cinco pasos puedo llegar a ella. Voy detrás, pegado a su espalda y sé que me siente por como se tensa.

SempiternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora