Capítulo 17.

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Anneliese

Han pasado dos días desde la noticia que nos dió mamá, estamos planeando la fiesta, la decoración y todo, porque sí, a nosotros nos encantan las fiestas.

—Te veo pensativa — habla Kath —, ¿va todo bien?

Estamos en la cafetería del instituto, es la hora del recreo.

—Sí, solo pensaba en algunas cosas, no te preocupes.

—Bueno, hoy es viernes, ¿qué podemos hacer? — pregunta An.

Todas miramos a Adha que es la que siempre tiene ideas asombrosas, aunque algunas sean locas, es la que siempre sabe qué hacer.

—Podríamos ir a la ciudad, a algún restaurante o a los de mi tío Kenzo y luego ir a la feria que hay en el recinto.

—Suena bien, podríamos decirle a Ethan y a Zack que nos acompañen — propone Kath y asiento.

No es mala idea, hemos ido un par de veces a las ferias de la ciudad y son como las que se organizan en la manada, solo que allí hay muchísima más gente y ruido.

—Me parece bien, ¿comemos juntas en mi casa? — les pregunto y todas responden que sí.

—Le voy a enviar un mensaje a mamá — avisa Adha y me mira de reojo.

—Suéltalo — le digo porque sé que quiere decirme algo.

—¿Crees que Zack quiera avisar a Luca? Ayer los vi corriendo por la manada mientras iba a comprar.

Kath suelta una risa mientras An niega con la cabeza.

—No perdemos nada por preguntar — la apoyo y ella asiente.

—Bien, envíale un mensaje a Zack.

—Oh, no. Yo no.

—Vamos, cielito, tú lo puedes convencer — resoplo y lo pienso. Zack no me va a negar nada, pero no sé si Luca quiera acompañarnos —, y que también venga Oliver, así vamos todos juntos.

Niego con la cabeza mientras nos levantamos para volver a clases.

—Hablaré luego con él — le prometo mientras giramos el pasillo de la derecha.

—Hola, bonita.

—Hola, Malek — le doy una sonrisa forzada y ni siquiera lo nota.

Creo que Zack tenía razón, él solo quiere una cosa de mí. He escuchado a varios decir que quieren la virginidad de 'las chicas mimadas', así nos llaman algunos por ser hijas de quienes somos. No le veo nada de malo a que nuestros padres nos den lo que queramos. Y he estado ignorando a Malek desde nuestro último encuentro, tampoco le respondo los mensajes y mucho menos las llamadas.

—Tenemos prisa — Adha tira de mi brazo y Malek se pone frente a mí.

—Tranquila, solo voy a hablar con Anneliese un minuto.

—Dime.

—¿Hay algo que te haya molestado para que no me hables? No respondes mis mensajes ni mis llamadas — su voz sale un poco tensa.

—No, no hiciste nada, solo que estoy concentrada en mis estudios y también sabes que hay algunos problemas — debe saber que entraron a la manada, ya que aquí todos saben todo —. Puedes estar tranquilo.

Asiente con la mandíbula tensa y siento que quiere decir algo, sin embargo, nos da la espalda y miro a las chicas que se encogen de hombros.

Llegamos al aula al mismo tiempo que la profesora Dámari y nos mira con una sonrisa y alzando una ceja.

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