Sempiterno

Capítulo 58.

Anneliese

Los días van pasando y el cumpleaños de Kath se acerca. Sólo quedan cinco días.

Cinco días que el desesperado de mi hermano no está aguantando. No se despega de Kath, ahora mismo estamos en la cafetería del instituto, tomando nuestro descanso y por supuesto, él está con nosotras.

—Pronto será tu cumpleaños — le dice Adha con una risita.

—Y será mi mate — responde mi hermano con seguridad.

Por la Diosa... ruedo los ojos al escucharlo y sigo con mi bocadillo. Tengo mucha hambre y esta mañana después de haber tenido sexo con mi hombre, no desayuné nada. Las tripas me suenan.

—Lo seréis — escucho a An.

Siguen hablando entre ellos y yo sigo con mi bocadillo. Esto está delicioso y sólo me queda un bocado.

—¿Estás bien? — Adha me toca el hombro cuando suelto un sollozo y la miro.

—Solo me queda un bocado — se lo muestro como si fuera la peor cosa del mundo.

Los demás me miran como si estuviese loca. ¿Es que no entienden que tengo hambre?

—Puedes comer el mío — An me pasa el suyo y niego.

—¿Qué te pasa? — escucho la voz de mi hombre.

—Se me acabó el bocadillo.

—Puedo llevarte otro si quieres.

—Sí, por favor.

Ethan me mira con ojos de halcón y veo una pequeña sonrisa. No estoy segura si tiene un tick o es una sonrisa, pero me mira muy atento.

Sigo mirando mi pedacito de bocadillo y con un suspiro, me lo termino. Espero pacientemente a Zack.

—¿Qué podemos hacer por tu cumpleaños? — pregunta Adha.

—Ese día es mía, lo siento — responde Ethan y resoplo.

A los diez minutos escucho a mi hombre decir que está en la entrada y voy corriendo hasta él.

—Mi amor — lo abrazo y saco mis labios para que me bese.

Lo hace y casi me pierdo hasta que escucho que alguien se aclara la garganta. Joder, siempre tienen que interrumpir.

Me pongo firme cuando veo al director y le doy una sonrisa inocente.

—Me olvidé el desayuno y mi hombre me lo ha traído.

—Está bien, Anneliese — responde con una sonrisa y se da la vuelta.

—Nos vemos luego mi amor.

Me despido de Zack y vuelvo a la cafetería. Sorpresa la mía cuando veo a mi hermano dándose golpes con Erik, un compañero de su clase. Siempre me pierdo todo.

—¿Por qué pelean? — pregunto a las chicas mientras abro mi bocadillo.

—¡Dale más fuerte! — grita Adha animando a mi hermano.

—Erick ha dicho cosas feas de Kath pensando que nadie lo escuchaba — responde An y miro a Kath.

Erik siempre ha estado detrás de ella, pero nunca le ha dado una oportunidad para que piense algo que no es.

Algunos compañeros de mi hermano los intentan separar y uno de ellos me tira mi bocadillo cuando me da un codazo.

Me quedo mirando mi pobre comida, tirada, mientras el imbécil de turno la pisa y queda aplastada en el suelo. Las lágrimas me nublan la vista y me lanzo contra el estúpido este. ¿Cómo se atreve a quitarme mi bocadillo?