Sempiterno

Capítulo 39.

Anneliese

—No puede ser — susurra Adha en cuanto me ve y sus ojos brillan con picardía mientras señala la marca en mi cuello.

Mamá me ha traído al centro comercial, donde me estaban esperando las demás para pasar un rato juntas.

—Por la Diosa, cuéntanos — pide An y niego con la cabeza.

—Solo ha pasado, no me hagan hablar — les suplico, porque me da mucha vergüenza tener que contarles.

Kath sonríe y las otras dos se quejan. Son muy cotillas.

—Puedes decir que al menos disfrutaste.

—Claro que lo hice. ¿Viste cómo me trató? Me trataba como a una reina — respondo a Freya.

—Así es como tienen que tratarnos, cariño.

Nos dirigimos al salón de uñas donde también nos hacemos el relleno de las pestañas. Cuando salimos vamos a varias tiendas y veo la de Victoria's Secret.

—Vamos a esa — les digo.

Tomo una cesta grande porque pienso llevarme muchas cosas. Si Zack sigue rompiendo mis bragas me voy a quedar sin ninguna.

Agarro varios conjuntos bonitos y otros atrevidos. Diosa, ya quiero hacerlo de nuevo. Pensar en cómo entraba y salía de mi cuerpo, esa sensación tan dolorosa y placentera. Es lo más exquisito que he sentido nunca.

—¿Te estás excitando en el centro comercial, Anneliese? Te recuerdo que nuestro vínculo es ahora más fuerte que nunca.

—Creo que te necesito. Nos vemos luego en casa — corto el link sintiendo mis mejillas rojas.

Después de estar en varias tiendas nos vamos a la cafetería Bonnie's para merendar. Hemos tenido que tomar un uber para venir con todas las bolsas. Mamá me dijo que esta cafetería tiene más de cuarenta años y que ella venía con mis tías casi siempre. Aquí trabajaba mi tía Marie.

Adha pide un gofre con fruta picada, chocolate y una bola de helado. An se pide un sándwich de jamón y queso. Kath unos pastelitos rellenos de Nutella.

—Yo quiero dos crepes con Nutella, fresas y nata y un batido de chocolate con sirope, por favor.

Toma nota diciendo que tardará unos minutos y mientras hablamos entre nosotras.

—¿Cómo fue tu cita con Luca?

Adha se sonroja mirando sus uñas verdes. Y espero pacientemente a que responda.

—Quiero estar con él, pero tengo miedo. ¿Y si me enamoro y encuentra a su mate?

—Ya estás enamorada — dice An.

— No es verdad, solo me gusta mucho y si encuentra a su pareja me dejará para irse con ella — responde un poco triste y sujeto su mano.

—Solo disfruta el momento, lo que tenga que ser será. Diosa Luna sabe como hace las cosas — le digo y ella asiente.

—¿Y Ethan? — le pregunta Adha a Kath.

—Estoy deseando que llegue mi cumpleaños, estoy segura que él es mi mate — nos dice con una sonrisa genuina.

Ojalá la Diosa les conceda eso. Siempre se han gustado y han estado atentos el uno al otro. Ellos de verdad se gustan, se quieren y puedo decir que incluso se aman.

—Oye, An — llamo a Anastasia —, ¿Oliver?

—¿Qué pasa con él?

—Oh, por los Dioses, no te hagas la tonta — Adha se burla.