Zack
Si alguien me pregunta sobre el momento más feliz de mi vida, sin ninguna duda le hablaría sobre el día en el que mi mujer me hizo el hombre más feliz, afortunado y orgulloso del mundo. Ver a mi mujer dando a luz a nuestra hermosa hija me ha llenado el pecho del amor más puro y genuino. Verla luchar contra el dolor que ha sentido, no sólo a la hora del parto, si no durante todo el embarazo, las molestias, los cambios de humor, los cambios en la forma de su cuerpo, todo. Ha sido mi valiente mujer.
Solo una cosa pasa por mi cabeza a la hora de ver a nuestra hija alimentarse de su pecho. Protección. Ellas necesitan que yo las proteja de todo lo malo, me necesitan y yo las necesito a ellas para vivir. No puedo verme en un futuro sin ellas.
—Mataremos a todo el que no venga con buena intención — gruñe Sirius y asiento.
Mi madre ha salido a avisar a los demás, yo no puedo apartarme de ellas, me necesitan. Mi Odette termine de comer y Anne la levanta para sacarle los gases. Aún no sabe comer bien y por eso tiene que hacerlo.
—Hay que limpiarla bien, necesitamos vestirla, hace frío — habla Anne y asiento observándola.
—Gracias por hacerme el hombre más feliz del mundo — la beso y mi madre vuelve a entrar.
—Astrid nos va a traer las cosas para que podáis bañarla, ¿os ayudo? — los dos asentimos y ella nos sonríe con los ojos llenos de lágrimas.
Después del baño que le damos a mi pequeña Odette, la vestimos y Anne la tiene en sus brazos cuando escuchamos unos toques en la puerta. Deben ser los demás que quieren ver a mi hija.
Entran todos a la vez llenos de regalos y globos. El primero en acercarse es Kenzo, que llora viendo a su hija y nieta.
—Mis preciosas niñas — deja un beso en la frente de cada una y se queda observando a mi hija —. Mira que niña más bonita ha nacido en la manada White Moon, una nueva princesa.
Odette suelta una pequeña sonrisa y Kenzo se muerde el labio para aguantar el sollozo que se le iba a escapar. La observa sin poder creerlo, lo entiendo, yo tampoco me lo creo.
El segundo es Ethan, que deja una canasta enorme llena de pañales, cremas y muchas cosas más en el suelo, se acerca a Anne y le da un beso en la frente.
—Esa es mi hermana, una mujer valiente — le dice llorando y observa a Odette que ya lo está mirando con atención —. Hola pequeña, soy tu tío, el favorito, claro está.
Los demás resoplan y Anne se ríe. Poco a poco van pasando todos, los pequeños están con nana Rosi en casa de Kenzo. Sería una locura traerlos todos aquí, son unos salvajes.
—Esto es para ti — le dice Adha sollozando y llorando a moco tendido —. Abuela Rosi dijo que tienes que comerlo todo o ella vendrá a darte de comer.
Deja dos bolsas en la mesita para mirar a mi hija.
—Lo haré — asegura Anne.
—Que niña más preciosa — le dice y a mi hija se le cierran los ojitos cuando suelta una sonrisita.
Los demás hacen lo mismo y nos volvemos a quedar a solas.
Anne me pasa a mi hija y la sostengo en mis brazos, esos que la van a proteger siempre de todo lo malo. Me observa con curiosidad y paso mi dedo por su cejas, tiene mis ojos, negros como la noche, y el cabello castaño oscuro. Es hermosa.
—Mi preciosa bebé, tendré que matar a todo el que quiera acercarse — le susurro.
—Zack — resopla Anne poniendo los ojos en blanco —, no vayas a empezar.
No le respondo y sigo con mi hija en brazos hasta que se queda dormida, no la suelto y dejo que duerma ahí.
No puedo describir cómo me siento al tenerla en brazos. Es mágico, pensaba que lo tenía todo, sin embargo, me he dado cuenta de que no, que ahora sí lo tengo todo y me siento completo. Tengo a mi familia, pequeña, pero mi familia.
—Eso se puede arreglar, la dejamos embarazada otra vez — habla Sirius ansioso y Anne me mira con los ojos muy abiertos.
—Eso tendrá que esperar — declara ella y aguanto la risa para no despertar a mi hija.
Este lobo es un demente, no tiene paciencia. Acabamos de tener a Odette y ya está pensando en otro.
—Tienes que descansar, tu cuerpo lo necesita — le digo a mi mujer y ella asiente levantando la mano para tocar la manita de mi hija.
—Es hermosa y tiene tus ojos — susurra y por el gesto que hace me da a entender que le duele la garganta.
Ha dado un grito ensordecedor cuando ha empujado por última vez. Le doy un poco de agua para que el ardor se calme y poco a poco se va quedando dormida.
No duermo en toda la noche, tengo a Odette en brazos y no quiero moverme. Son las nueve de la mañana cuando Anne se despierta, solo ha dormido siete horas. Nuestra bebé nació a las dos de la madrugada.
—¿No has dormido? — me reclama y niego — Dámela.
Se la doy con cuidado y se despierta cuando la deja en su pecho, se queda observando a su madre que le sonríe con amor y se saca un pecho para darle de comer.
—También tienes que comer — le digo mientras me levanto y abro las bolsas que trajo Adhara.
Le doy de comer mientras ella le da a nuestra hija. Me agradece y no tiene que hacerlo, ya que ella se está encargando de Odette.
Astrid llega para ver que Anne esté bien junto a la bebé. Nos dice que todo está perfecto y que por la tarde nos darán el alta. Nos avisa sobre no tener relaciones sexuales y mucho menos le de paso a mi nudo, ya que puedo hacerle daño. Tenemos que esperar a que sus órganos vuelvan al sitio y nosotros asentimos a todo lo que nos dice.
—Muchas gracias por todo, Astrid — le dice Anne y ella se despide con una sonrisa.
—La casa estará llena de regalos de la familia. Han dicho que nos visitarán mañana, quieren que este día descanses — le digo y ella asiente.
Cuando llega la hora de irnos, la ayudo a darse una ducha y a ponerse la ropa. La bebé está dormida y salimos para ir al coche donde la dejo en su sillita y volvemos a casa siendo tres y no dos.
—¿Listo para nuestra nueva etapa? — me pregunta con una sonrisa cuando estamos en la puerta y le sonrío.
—Listo para esta y las que vienen — le guiño un ojo y entramos a casa donde nos encontramos con lo prometido.
Montones de globos, regalos y cestas por todo el salón.

ESTÁS LEYENDO
Sempiterno
Hombres LoboAnneliese es una chica curiosa, risueña, amable y humilde, pero también muy caprichosa y mimada, como lo era su madre. Amada por todos y deseada por otros. Zack es un chico que tuvo una infancia difícil, oscura y triste, pero una adolescencia hermos...