050

2.6K 309 267
                                    

Le sostengo la puerta del vestidor a la madre de Jungkook para que ella se adentrara con una sonrisa enorme. La sigo para ver cómo colgaba aquella tela en forma de saco que contenía el traje de Jungkook dentro. Aquella mujer retrocede hasta quedar a mi lado y agarra mi brazo.

— El traje es precioso, seguramente vas a verlo guapísimo —sonrío dejando mi mano sobre la suya.

— ¿Más? —ella lleva su mano a su boca de forma divertida— Mi vestido también llega hoy —ella asiente— He elegido uno muy bonito.

— Sí, Haeun me lo dijo —camino a su lado hacia la habitación— Nos hemos encargado de recalcar que serás la única que puede usar blanco en la fiesta —asiento sonriendo.

Mañana iba a ser mi fiesta de compromiso, y ya teníamos nuestros trajes. Mi madre y la señora Jeon tuvieron la idea de que, para resaltar mañana y el día de la boda, ambos días yo vestiría de blanco en soledad. Había disfrutado tanto eligiendo mi vestido y adornos para mañana, además de que Jungkook no dejó a mis padres pagar nada.

Él decía que quería hacerse cargo, así que no me quejé.

Estos días había estado detrás mía como un perrito que seguía a su dueño, y no me molestaba porque a mí me gustaba que invadieran mi espacio, pero no sabía cuales eran sus razones.

— Ah, mira, querida... —tira de mi brazo para que la siguiera. Tomo asiento en la cama viendo la bolsa que había ahí— Vuestra casa aún está muy vacía... por eso tu madre y yo hemos pensado en traer fotos vuestras para decorar temporalmente.

— ¡Qué gran idea! —ella sonríe al ver que me parecía bien— Yo también noto las paredes y muebles muy vacíos.

— Seguramente podréis llenar vuestros propios marcos pronto —asiento— Puedes sacar los que quieras.

Ella se aleja hacia una cómoda mientras sostenía unos marcos de fotos. Sonrío metiendo mis manos en la bolsa para sacar otros marcos. Llevo una de mis manos a mi pecho sufriendo una puñalada de ternura al ver una foto de un bebé de ojos oscuros y sonriente mientras sostenía un pequeño peluche blanco.

Pero que cosita tan adorable, iba a morir de ternurita.

Sonrío dejando esa a un lado y miro otra para verle más mayor, tal vez podría tener unos veinte años en la foto, y no parecía muy contento de ser fotografiado. La dejo a un lado, y mi sonrisa decae al ver la foto que sostenía.

Salía un niño, con ojos oscuros y un poco tímidos. Realmente parecía un poco perdido y triste, y ni siquiera parecía querer mirar a la cámara. Llevo mis dedos al cristal para comprobar que realmente estaba viendo bien.

Ese niño yo lo conocía.

Me levanto para ir hacia la señora Jeon con rapidez. Ella me mira colocando los cuadros que se había llevado.

— ¿Es este Jungkook? —giro el cuadro.

Ella sonríe y asiente.

— Sí, ahí se acababa de graduar de la primaria —giro la foto para verla de nuevo— Ese día fue la primera vez que se presentó en la sociedad del narcotráfico... y estaba muy nervioso por si nadie quería hablar con él —ríe girándose para ir hacia la bolsa— Jungkook solía ser así de inseguro para los cambios tan radicales, pero siempre los ha afrontado con mucha valentía.

Sigo mirando la foto, pero sintiéndome un poco triste.

Estaba muy segura, recordaba perfectamente ese día, y como me acerqué a ese niño para darle un regalo por mi cumpleaños. Sonrío levemente. Justamente al final del día, encontré todos los regalos que repartí tirados por la basura, y lloré tanto que tuve que dormir con mis padres esa noche y las sucesivas por una semana.

Tortura +18  ©JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora