Saco con cuidado del papel aquella hamburguesa con queso que tenía tan buena pinta, y la muerdo mientras soltaba un ligero gemido de placer que hace sonreír a Gyuri.
— Que placer terrenal con grasa y queso... —camino hacia ella— Tenía tanta hambre de comida basura.
— Pues come, te he traído muchas cosas —asiento masticando. Veo como ella miraba las ecografías de este último mes— Que fuerte... mira las manitas, y la boquita... en eso es igual a Jungkook —sonrío asintiendo. Su madre dijo lo mismo, su boquita era igual a la de él, aunque no parecía tener mucho más— Aún no me creo que estés embarazada, y de Jungkook.
Sí, ¿quién me iba a decir a mí hacia un par de años que iba a estar así ahora? Me había casado con el hombre que juré destruir, y para colmo tenía a su bebé dentro.
Que de vueltas daba la vida.
— Pues has tenido cinco meses para creértelo —me mira, yo señalo mi barriga— Y para colmo, se nota mucho.
— Sí... te ves muy linda —sonrío antes de volver a morder mi comida— Realmente linda.
Ya había pasado el primer trimestre del embarazo, y había terminado la mitad por así decirlo, ya que hace unos días Jungkook y yo fuimos a la quinta ecografía mensual.
Aún no sabíamos nada del sexo del bebé, ya que a los cuatro meses no se dejó ver, sólo mostraba su trasero aunque yo me moviera o intentara que él se moviera, pero no quiso mostrarse; lo que hizo que Kallia viera su oportunidad de oro.
Ella dijo que vendría con nosotros a esta ecografía, y que se quedaría con lo que el doctor escribiera en el papel para prepararnos una sorpresa y hacer más emocionante el asunto. Las únicas ecografías que teníamos ahora eran las de alta definición en la que se veía su carita, aunque nos dijeron que se vería aún mejor cuando pasaran unos meses más.
Pero para mí ya se veía tan perfecto, incluso cuando aún le quedaba por crecer.
— ¿En qué lado de la apuesta estás tú? —entrecierra sus ojos mirándome.
— Te voy a defraudar... pero quiero niño —la miro con molestia— ¡Llevamos toda la vida con muñecas, deberíamos criar a un niño ya!
— ¡No, yo quiero muñecas, tacitas, lacitos y vestidos! —niega poniéndose en pie para ir hacia la comida y agarrar patatas fritas.
— Balones, coches, pistolas, superhéroes... todo eso mejor.
Suspiro volviendo hacia la mesa mientras comía.
En el lado de los que querían niño encontrábamos a mi padre, Kija, Gyuri y Kallia; mis hermanos y mi amiga querían niño, y todos estaban muy seguros de que sería eso. En el otro lado, en el de la niña, estábamos mi madre, el padre y la madre de Jungkook, y yo.
Jungkook sólo mostraba indecisión, había días que decía y juraba querer una niña, pero a los pocos minutos decía que quería un niño mejor.
Así se las pasaba todo el tiempo, así que no lo contaba.
Había un empate muy claro.
— Por cierto, tengo noticias nuevas sobre las pandillas —sigo masticando— Rumores.
— Mi sección favorita del día —sonríe— Cuéntame que enfermedad dicen ahora que tengo.
Mi embarazo se empezó a notar más de lo normal en el tercer mes, ahí creció algo más rápido, y ya cualquiera podría notarlo debido a la manera en la que yo vestía. Nosotros no queríamos dar la noticia a las pandillas porque simplemente yo no quería, y todos lo habían respetado así. Odiaba la idea de que imbéciles hablaran de mi bebé antes de que naciera, o que impusieran que debía ser niño por ser el futuro heredero al ser el primero.
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Tortura +18 ©JJK
Fanfic"La verdadera tortura era mantener en silencio lo que sentían el uno por el otro" En un mundo donde la rivalidad entre dos familias dedicadas al narcotráfico, apuestas y saqueos, los Jeon y Ryeo, se mantenía constante un odio marcado por la competit...