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Intentaba abrir mis ojos, pero se cerraban solos instantáneamente aunque escuchara unos quejidos y leves sollozos cerca. Mierda, que mal llevaba yo esto de despertarme ahora que no había nada en mi vientre que me obligara a despertar contra mi voluntad.

Ahora los llantos de Yun eran música para mis oídos después de nueve meses escuchándola llorar, ya no tenían ese efecto de quitarme el sueño.

No podía más con mi vida, yo sólo quería dormir.

Escucho la puerta del baño abrirse y luego unos pasos hasta la cuna. Mis ojos aún estaban cerrados mientras todo quedaba en silencio, a excepción de que se escuchan sonido de besitos, y el llanto había pasado a una risa de bebé que me hacía sonreír sin despertarme.

— ¿Qué hace una bebé despierta tan temprano? —le habla bajito— Al menos no has sacado lo perezosa de tu madre, Yun.

Escucho de nuevo pasos mientras todo estaba en silencio. Abro uno de mis ojos sin moverme, y consigo visualizar que ambos estaban ahí mirándome. Jungkook tenía su pelo mojado hacia atrás, y tan solo llevaba la toalla en su cadera. Yun tenía su poco pelo despeinado y me miraba de forma seria mientras vestía un pijama azul.

Aunque claramente esa endemoniada que mordía a todo el mundo de la nada, abrió toda su boca en una sonrisa traviesa cuando me vio abrir los ojos.

Menuda estampa, estaba sosteniendo a nuestro bebé con solo una toalla puesta. Le debería dar vergüenza estar tan bueno desde por la mañana.

— Mi hija tiene hambre —paso mi mano por mi rostro— Enséñanos las tetas.

— A ti te enseño lo que quieras —le escucho reír mientras giraba por la cama para quedar bocabajo— Jungkook, hazme otro hijo ahora —hablo en un quejido mientras abría las piernas e intentaba bajar mi pantalón sin éxito.

— ¿Otro? Pero si Yun tiene solo nueve meses.

— Otro... —murmuro dando golpecitos en la cama— Yo me sacrifico para darte otro bebé.

Me sacrificaba porque yo quería que este hombre se quitara esa toalla.

— Levántate ya, puedes dormir cuando Yun coma —sonrío, noto su mano en mi trasero— Mueve el culo —sigo sonriendo cuando lo aprieta.

— Voy, voy... —vuelvo a girarme hacia el otro lado.

Me incorporo moviendo mi pelo, y sonrío cuando deja a Yun sobre mis piernas. Ella comienza a respirar rápido mientras movía sus brazos y abría su boca en una sonrisa mirando hacia mi camiseta con impaciencia.

— Estás impaciente por la teta... —ella ríe cuando la agarro para tumbarnos en la cama y que yo fingiera comerme su mano— ¡Yo me voy a comer a Yun porque está muy rica! —emitía gritos adorables mientras yo me comía su manita como una broma, aunque en realidad solo le daba muchos besos.

Vuelvo a incorporarme para ver a Jungkook colocarse ropa mientras sonreía levemente al verla tumbada en la cama mientras agarraba sus pies solita. Era muy energética para los meses que tenía, y muy inteligente, era como si con solo mirarte ya te juzgara y te entendiera; seguramente eso de inteligente lo había heredado de Jungkook, porque yo ni contar hacia atrás sabía.

Pero como tenía los ojos idénticos a los míos, pues entonces se volvía algo más peligrosa.

— Venga, ven a comer, princesita... —la cargo para llevarla a mi regazo y dejar que comiera— Oye, oye, con calma... —tiraba de mi camiseta mientras comía.

Me miraba todo el tiempo, y me mostraba que sus pestañas eran largas y sus ojos más claritos. Yun se divertía mucho con mis hermanos, sobretodo cuando agarraba el brazo de mi hermano para morderle y reír después al escucharle quejarse; y, además, ya empezaba a reconocer a personas, ya que sonreía cuando nuestros padres le hablaban, incluso a través del teléfono.

Tortura +18  ©JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora