Miro hacia el techo de la habitación con molestia mientras mis manos estaban quietas en mi vientre. No podía estar viviendo una situación tan absurda, pero era real.
Había un doctor examinándome cuando no había nada.
El doctor se separa de mis ojos después de examinarlos y guarda aquella luz. Veo como apunta algo en el expediente, pero se detiene cuando Jungkook se lo quita para verlo.
— Lo sabía —lo miro con ironía— ¡Estás enferma! —me grita.
— ¡Tú sí que eres un enfermo pero de la puta cabeza! —me incorporo para señalarle.
El doctor debería de estar impresionado al ver como una supuesta pareja joven se gritaba de esta manera.
— No tiene nada, señor Jeon —señalo al doctor mientras le quitaba el expediente— Ni siquiera tiene heridas superficiales.
— ¿Está seguro? —asiente— Pues yo no estoy de acuerdo con lo que dice.
— Que suplicio... —vuelvo a tirarme a la cama— Estoy bien, de verdad —dejo la almohada sobre mi cabeza.
— Estoy seguro de que le ha hecho algo —golpeo la almohada al escucharlo— ¿Verdad, doctor?
Al escuchar solamente silencio, quito la almohada poco a poco y me sobresalto al ver como Jungkook sacaba levemente la pistola de su chaqueta. El doctor había palidecido.
Este idiota tenía una costumbre muy oscura de sacar esa pistola cada dos segundos.
— ¡Eh! —gateo por la cama hasta levantarme aún de rodillas sobre el colchón— Guarda eso, puto loco.
Hace lo que le pido pero agarra mis muñecas y me tumba en la cama. Le veo seriamente, e instantáneamente le doy una mirada amenazante.
— Estás herida, no te muevas —me arropa— Doctor, necesito la receta de los medicamentos.
El doctor me mira mientras yo parecía una momia enrollada en aquellas mantas. Sigo viéndolo con molestia mientras el doctor parecía escribirle a toda velocidad la receta que había solicitado.
¿Por qué estaba actuando así? Yo había visto que él también había bebido un par de copas en el casino, pero este comportamiento era exagerado. Yo realmente sólo le dije a ese idiota que me acostaría con él si me daba la información que quería, y después de que me lo contara todo, yo simplemente lo electrocuté y me marché.
Pero al parecer había pasado algo con un vehículo que yo no sabía o algo así.
— Gracias —el doctor recoge sus cosas mientras Jungkook miraba el papel.
— Adiós —dice aquel hombre a toda velocidad para poder marcharse.
Todo queda en silencio. Jungkook se gira hacia la cama y dobla el papel para caminar hacia la mesa y dejarlo ahí. Suspira quitándose su chaqueta y tirando de su corbata.
— No tengo nada —me quejo sin moverme.
Él no dice nada, solo camina hacia la cama, llevando aún el chaleco del mismo color que sus pantalones. Por su expresión facial podía ver que le daba exactamente igual que le dijera que estaba bien.
Miro al techo de la habitación sin moverme cuando se tiende en la cama y se gira para poder estar frente a mí. Se apoyaba en uno de sus brazos y me miraba de la nada.
— ¿Ves lo que pasa cuando actúas como si tu vida no valiera nada? —giro mi rostro para mirarlo.
— ¿Que un loco amenaza a un doctor para que se invente un diagnóstico? —niega mientras seguía mirándome.
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Tortura +18 ©JJK
Fiksi Penggemar"La verdadera tortura era mantener en silencio lo que sentían el uno por el otro" En un mundo donde la rivalidad entre dos familias dedicadas al narcotráfico, apuestas y saqueos, los Jeon y Ryeo, se mantenía constante un odio marcado por la competit...