Aquella mañana estaba resultando deprimente, no solo por la noticia de que Samuel se iría, sino que lidiar con sus padres era una actividad muy agotadora, no porque no los amara, sino porque sentia que por mas que se esforzara, eran ellos quienes no le amaban.
—¿Les parece si vamos al cine está noche?, quizá podamos ver algo interesante, o cenar en un lindo restaurante. — preguntó con una linda sonrisa, en busca de animar la situación.
—Oh, querida— su madre la miró con una sonrisa — eso no será posible, tu padre y yo, ya hemos hecho planes. ¿Cierto, cariño?
—Si, claro. — respondió el hombre sin siquiera levantar la mirada de su celular.
—Bueno, supongo que entonces puedo unirme a sus planes, seguramente nos divertiremos mucho.
—Yo... no lo creo, hija — respondió la progenitora y ella presionó los dientes con fuerza ante el evidente rechazo— es un plan en... pareja.
—¿Un plan en pareja?— preguntó enojada— se suponía que venían a visitarme, a pasar tiempo en familia, planes de familia, no de parejas.
—No seas sensible— dijo la Andre.
—No lo soy, decidieron alojarse en un hotel, y no en casa conmigo.
—No queríamos incomodarte, además dijiste que te mudaste a un lugar más pequeño.
—Si, pero no quiere decir que no pudiera o quisiera recibirlos, pudieron dormir en mi habitación y yo en el sofá. Para mí solo son excusas.
—Estás paranoica Ámbar. ¿Qué ocurre?
—No lo estoy, pero supongo que si pasaron mucho tiempo con Ray. Me imaginaba disfrutando de tiempo los tres juntos y ni siquiera aceptan mis planes, ni me incluyen en los suyos. No me parece justo.
—La vida no es justa, querida— le sonrió.
—No tiene por qué ser un conflicto, mañana podríamos salir a cenar los tres— sugirió el padre.
—No te lo tomes personal, Ámbar, además no debes tomarte la tarea de entretenernos, éste es nuestro país, nuestra ciudad y la conocemos como la palma de nuestra mano, así que pierde cuidado.
—No se trata de la ciudad— respondió frustrada — se trata de nosotros como familia. Parece que no tuviese padres. Podrían al menos fingir que les importo un poco— contuvo las lágrimas.
—Nos importas, claro que si—repsondio el padre.
—Eres una dramática, Ámbar — la mujer rodó los ojos. — quizás necesites descansar un poco.
—¡No necesito descansar, necesito a mis padres!
—Eres insufrible. ¿Acaso no nos has tenido siempre?, ¿es pecado querer tener un poco de tiempo para nosotros?— Ámbar contuvo las ganas de responder mal.
—No, supongo que no — tomó su bolso y se puso en pie— siempre han dejado claro que les arruine la vida con mi llegada y que ahora es su momento de ser felices.
—Dicho así, suena muy feo, cariño.
—No digas esas cosas, cariño...
—Quizas suene feo, pero no es más que la verdad. Mi dura verdad. Disfruten su estadía en la ciudad y si me necesitan, ya saben dónde localizarme— les dijo antes de abandonar la lujosa habitación del hotel.
Sin más deseos de reprimirse se fue directamente a la iglesia, necesitaba hablar con Samuel, al menos despedirse y decirle cuánta falta le haría... Si, sabía que con eso faltaría a su promesa pero, ¡al diablo su palabra, sería tres meses sin verlo!
ESTÁS LEYENDO
¡He Pecado!
RomanceÁmbar Hobbs, está experimentando un momento caótico en su vida, ha perdido a su novio, su mejor amiga se ha mudado a otro país, acaba de perder su empleo... ¡Todo parece ir de mal en peor! Desesperada busca aliviar sus penas entrando a aquella igles...