MARCAS DE GUERRA-PABLO GAVI

9-Nada que ver

*Lara*

-Tranquilo cariño, esto no va a volver a pasar-le dije tocando su herida con cuidado y el asintió.

Estuvimos un buen rato hablando los dos, hasta que fuimos interrumpidos por mis padres, mi suegro y mi hermana que entraron a ver a Samu, esta última con un bolsón de juguetes para su sobrino enorme.

Mi suegro se acercó antes a mi apenado y algo avergonzado.

-Lara, ¿por qué nunca me lo dijiste?-me preguntó dolido y yo suspiré mirando hacia otro lado.

-Supongo que siempre tuve la esperanza de que cambiaría-le dije volviendo a mirarle, tenía los ojos aguados.

-No puedo creerlo...-dijo negando.

-Podía pegarme todo lo que quisiese a mi, a estas alturas ya me daba igual mi integridad, pero no voy a dejar que toque a mi hijo-le dije sería y el asintió.

-Ni a tu hijo ni a ti, no te preocupes hija, yo me voy a encargar de que te firme el divorcio y la tutela de samu-me dijo y yo asentí agradeciéndoselo.

Él se acercó a su nieto, que gracias a dios se había olvidado un poco de todo y estaba jugando con mi hermana con uno de sus juegos nuevos.

Mi móvil vibró en el bolsillo y al sacarlo un mensaje de Aurora iluminaba la pantalla.

Me preguntaba si me apetecía ir a tomar un café al día siguiente, pero al contarle que estaba con samu en el hospital y que había dejado a Toni la conversación cogió otro rumbo.

Aurora me mando un mensaje diciéndome que vendría para ca para que no estuviese sola, aunque insistí en que estaba mi familia conmigo.

Había encontrado en la sevillana a una gran amiga y eso me gustaba.

Bajé a por una botella de agua al vestíbulo y esperé en la puerta de la habitación que apareciese Aurora, y lo hizo, pero junto a Gavi que llevaba un juego enorme bajo el brazo.

-¿Cómo está Samu?-me preguntaron los hermanos al llegar.

Les resumí lo que había pasado mientras ambos fruncian el ceño queriendo asesinar a Toni.

-Debí hacerte caso, Pablo-le admití a Gavi.

-Lo importante es que estáis bien y lejos de ese...animal-me dijo y yo asentí.

Sus ojos cafés me miraban penetrantes y me ponían nerviosa.

-Estoy segura que le encantará veros-dije abriendo la puerta y Aurora miró a su hermano.

-Déjame entrar primero, como te vea ya no me va a hacer caso-le dijo ganándose una risa por nuestra parte, aunque tenía razón.

Samu le hizo una fiesta a Aurora en cuanto la vió, pero lo primero que hizo fue preguntarle por su hermano.

Gavi entró haciendo que los ojos de mi hijo se iluminasen por completo.

-¡Gaviii!-gritó mi pequeño abriendo los brazos al sevillano, que correspondió contento.

Ambos hermanos se presentaron a mis padres y mi hermana como mis amigos y mientras hablábamos de los cambios que me esperaban ahora samu y Gavi estaban en la cama de la habitación intentando armar el juego que el sevillano le había comprado.

-¿Podemos jugar ya?-preguntó Samu impaciente.

-Espera campeón, aún no está armado del todo-dijo Gavi mientras fruncia el ceño mirando las instrucciones.

Me hizo mucha gracias verlo tan concentrado asique solté una carcajada que hizo que él dirigiese sus ojos hasta mi.

-¿De qué te ríes tú a ver?-me preguntó poniendo los brazos en jarra con ironía.

Me acerqué a él cogiendo las instrucciones bajo su atenta mirada y acabé terminando de montar en juego en cuestión de minutos bajo la mirada del sevillano, que me sonrió dulce cuando acabé devolviéndole las instrucciones.

-Gracias-murmuró y yo sonreí de lado dejándole con samu.

*Gavi*

-Me pido el azul-me dijo Samu mirando los mandos.

-Pues para mi el rojo-le dije sentándome en la cama con él mientras empezábamos a jugar.

Me di una vuelta rápido para hacerlo rabiar, pero después dejé que me ganara la partida para que celebrase, justo como lo estaba haciendo.

-Muchas gracias por el regalo, Gavi-me dijo abrazándose a mi cuello y yo sonreí apretándolo un poco contra mi.

Con samu sentía una sensación extraña, como si lo conociese desde siempre y sintiera que nada malo podía pasarle conmigo a mi lado.

Él se tumbó en la cama después de que jugáramos todo el rato que el quiso y se fue quedando dormido poco a poco debido a los medicamentos que le habrían dado para el dolor.

Me acerqué a donde estaban los demás y pasé el brazo por los hombros de mi hermana.

-Lo has fundido, ha caído rendido-dijo la madre de Lara y yo miré hasta la cama de Samu asintiendo con una sonrisa tímida.

-Bueno, hija, nosotros nos vamos, mañana vendremos a verle-dijo su padre y ella asintió despidiéndose de ellos y de su hermana.

Aurora y yo nos sentamos con ella en un sofá que había en la habitación y casi sin pensarlo, fueron pasando las horas mientras hablábamos de una cosa y de otra.

-Pero bueno, ¿que hacen ustedes aquí?-dijo un enfermero cuando pasó a las cinco de la mañana- a esta hora solo puede haber uno, o como mucho dos familiares en la habitación del paciente-dijo algo cabreado.

-¿¡Son las cinco de la mañana?!-dijo Aurora mirando la hora en su móvil y los tres nos miramos sorprendidos, las horas habían pasado volando.

-Disculpe, no nos habíamos dado cuenta de la hora-le dije al enfermero y él nos miró poco conforme desde la puerta mientras nos pedía que saliéramos de nuevo.

-Mañana vemos a veros, intenta dormir-le dijo Aurora en un abrazo y ella asintió correspondiendo al abrazo de mi hermana.

-Gracias-Le dijo Lara y dirigió sus ojos hasta mi.

-Descansa-le dije envolviendola con mis brazos y ella asintió contra mi pecho.

Aurora y yo salimos de la habitación bajo la atenta mirada del enfermero y bajamos hasta el parking a por mi coche.

Ninguno de los dos dijo nada por unos minutos, pero después Aurora sacó tema de conversación.

-Es increible lo rápido que ha pasado el tiempo ahí dentro-dijo soltando una risa y yo asentí.

-A mi lo que me parece increíble es lo que ese hijo de puta les ha hecho y que encima Lara no lo quiera denunciar-le dije y ella suspiró.

-Yo creo que sigue asustada, ahora se ha armado de valor por Samu, pero no puedo ni imaginar lo que debe sentir-me dijo mientras un escalofrio le recorría la columna vertebral.

Solté un suspiro mientras conducía.

-A ti te gusta-me dijo aurora con rintintin y yo la miré abriendo los ojos.

-¿Quién?-Le pregunté y ella me miró obvia.

-El enfermero, no te jode-me dijo y yo rodé los ojos-pues Lara, no me engañes pablito que soy tu hermana-me dijo y yo negué.

-Nada que ver-le dije y ella asintió con ironía.

-Ya, nada que ver-me dijo y yo intenté ocultar una sonrisa.

¿Me gustaba o solo me había preocupado por ella?

(CONTINUARÁ....)

¡¡¡Partidaaaazooo de los niños!!!

Esto va avanzado...¿Quién quiere ahora momentos monos de estos tres?

¡Os leooo!❤️