67-Si tienes miedo...

8.1K 571 25
                                    

*Lara*

No se cuanto tiempo estuvimos abrazados, pero si se que ambos lo necesitábamos.

Le dije mil veces que lo quería, que era el amor de mi vida, todo lo que había soñado para mí y es que no me estaba inventado nada, Pablo no podía ser mejor.

Teníamos una relación idílica, con nuestros peques en casa, sin necesidad de salir de fiesta o fardar en redes sociales. Lo nuestro era real.

-Lo siento muchísimo, siento haberme ido así-me dijo él mientras le comia la culpa y yo sequé sus lágrimas con mis manos.

-No te disculpes más pablo-le dije y el sollozó de nuevo en mi hombro.

-Tengo mucho miedo de perderos Lara, no puedo evitarlo y cuando te he visto tan afectada pensé...tonterias- cogi sus mejillas dejando un beso en sus labios.

-Nunca cambiaría lo que tengo ahora por nada Pablo-le dije- me das todo lo que necesito, eres el mejor padre del mundo para los niños, siempre somos lo primero para ti y quiero que sepas que tu también lo eres para nosotros-le dije mirándolo a los ojos-somos nosotros Pablo, nadie más cariño y quiero que te entre en la cabeza-le dije y el asintió despacio rodeandome con sus brazos.

-Me muero sin ti Lara-me dijo en un susurro hundiendo la cabeza en mi cuello-¿como sabías donde estaba?-me preguntó.

-Por tu madre-le dije y el frunció el ceño-ella me dijo que veías aquí cuando el accidente y...no lo pensé-le dije encogiendome de hombros.

-¿Los niños?-me preguntó.

-Aurora ha conseguido dormir a samu que estaba muy nervioso y tus padres se han quedado con ellos a ver si yo te encontraba-le dije apoyando mi espalda en su pecho mientras él me rodeaba.

-Mi pequeño...-murmuró Pablo sintiéndose culpable y yo besé su mejilla con cariño.

-Le prometí que volvería contigo a casa-le dije y el asintió.

Había llegado el momento. El y yo nunca habíamos tenido secretos, asique saqué la carta de mi bolsillo para que él mismo la leyese.

Él me miró poco convencido, hasta que desdobló el papel empezando a leer.

Después de varios minutos lo volvió a doblar entregándomelo y me abrazó más relajado.

-Si lloraba era por pensar en la tesitura en la que estoy con Samu-confesé inseguridad, toda esta situación me tenía así.

-Lo sé amor, te conozco-me dijo besando mi cuello-nunca he dudado que me quieres solo...se que eres tan buena que por pena podrías...-negué en rotundo.

-Nunca-Le prometí dándome la vuelta para coger su mentón y besar los labios del hombre más maravilloso que había conocido nunca.

El padre de mis hijos.

El acarició mi cintura con suavidad besándome por varios minutos, hasta que la falta de aire nos hizo separarnos.

-¿Y entonces que vas a hacer?-me preguntó y yo solté un suspiro dejándome caer en sus brazos.

-No pensaba tomar ninguna decisión sin tí, eres su padre-le dije mientras el me abrazaba de nuevo dándome calor con sus brazos.

-No creo que sea lo mejor para un niño de cuatro años ver a su padre tan mal si tiene la enfermedad tan avanzada...y tampoco creo que samu tenga la edad suficiente como para decidir algo así sinceramente-me dijo encogiendose de hombros-pero lo que tu decidas yo lo voy a aceptar cariño, es tu decisión, ¿vale?-me dijo apoyándome en todo como siempre hacia y yo asentí quedándome callada.

MARCAS DE GUERRA-PABLO GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora