MARCAS DE GUERRA-PABLO GAVI

53-¿Y como se hacen los bebés?

*Lara*

-Amor deja que sea yo quien cargue las cajas porfavor-me pidió Pablo suspirando mientras me quitaba la caja de la mano para subirla a la planta de arriba.

No es que quisiese llevarle la contraria pero la casa nueva estaba patas arriba, llena de cajas por aquí y por allá y quería aprovechar que samu estaba con mi hermana y Martina dormida para dejar todo lo que pudiese ordenado.

Cogí una caja más pequeña subiendo tras él y al girarse en la habitación rodó los ojos con una sonrisa.

-No me digas nada, quiero aprovechar que Martina duerme-le dije soltando la caja para dejar una caricia en su brazo mientras me pegaba a él.

-Mmmm...vale-me dijo saboreando sus labios después de darnos un beso suave-yo las subo y tu las vas abriendo-me dijo dándome un beso rápido para bajar a por más y yo sonreí mordiendo mi labio.

Sonreí mirándolo como desaparecía escaleras abajo, consciente de la suerte que tenía de haberlo encontrado.

Teníamos cita en dos días para ponerle a samu su apellido y reconocerlo como su hijo, a parte de que él quería hacer pública nuestra relación, nuestra familia y...nuestra hija, un tema que a mi me daba un poco de respeto pero Gavi decía que no nos iba a tener escondidos para siempre asique solo pude aceptar.

Empecé a colgar ropa en los armarios y cuando Pablo acabó de subir cajas se puso conmigo a hacer lo mismo.

Cuando ya teníamos listo los armarios de los niños y el mío, porque él solo tenía unas cuantas cosas todo lo demás seguía en su casa Bajamos abajo a ordenar todas las cosas nuevas de la cocina.

Mientras uno fregaba el otro secaba la vajilla nueva y después entre los dos guardamos todo en los cajones.

Nos pegamos más de tres horas ordenando todo y después limpiando la casa y tirando las cajas y cuando por fin acabamos nos tumbamos en el gran sofá que habíamos puesto en el salón.

Pablo apoyo la cabeza en mi pecho haciéndose hueco entre mis piernas y poco a poco fue trepando hasta meter su cabeza en mi cuello para dejar besos suaves en él que me encendieron por dentro, llevaba sin sentirlo demasiado tiempo.

-Pablo...para...-le pedí en un jadeo excitada llevando mis manos a su pelo tirando un poco de él.

-mmmm....podemos estrenar la casa nueva-me dijo él con un tono pícaro mirándome con una sonrisa pillina desde cerca y yo reí fundiendo su boca con la mía en un rápido movimiento.

Él no tardó en reaccionar besandome con ansia mientras pegaba sus caderas a las mías.

Dejó mis labios con ansiedad besando mi cara, cuello y clavícula para acabar en el valle de mis pechos, movimiento que yo aproveché para bajar mis manos por su torso hasta el filo de su camiseta y se la quite de un rápido movimiento besando su pecho y su hombro con deseo.

Le di un empujón tumbandolo a el en el sofá para sentarme sobre él cosa que le hizo sonreír y posar sus manos en mi culo apretándome contra su intimidad ya excitado.

Bajé hasta sus labios acariciando su cuello mientras él llevaba sus manos a mi espalda queriéndome quitar la camiseta cuando Martina empezó a llorar.

-La niña-dijimos a la vez separando nuestros labios quedándonos muy cerca y ambos con la respiración acelerada.

Dejó un último pico en mis labios y se levantó del sofá conmigo en brazos dejándome en el suelo después mientras ambos suspirabamos.

Pablo andó hasta la cuna de Martina y sonrió al asomarse mirando a la bebé.

-Buenos días princesita-dijo mientras la cogía y se la pegaba al pecho y rápidamente Martina hacia el amago de buscar mi pecho en el suyo-te has despertado con hambre eh-le dijo él y yo reí sentandome en el sofá mientras sacaba mi pecho para darle teta.