46-Martina Páez López

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*Gavi*

El llanto de Martina me devolvió a la realidad. Su carita, tan parecida a la mía, me hacía cuestionarme cómo había permitido que pasara tanto tiempo sin estar a su lado. La mecía con suavidad mientras intentaba calmar mi propio llanto. Alba, la hermana de Lara, se acercó y puso una mano en mi hombro.

-No puedo creer que estés aquí, Gavi -dijo con una mezcla de asombro y alivio en su voz-. Verás cuando te vean Lara y Samu, no se lo van a creer-me dijo emocionada.

Tomé una profunda respiración, tratando de calmarme. No podía permitirme perder más tiempo. Miré a Alba, esperando una respuesta.

-¿Dónde están? -pregunté, con un tono más tranquilo pero lleno de urgencia.

-En el hospital -respondió-. Samu se hizo una herida y Lara lo llevó a que se la curaran.

-¿Qué hospital? -insistí.

-El mismo al que fuiste tú antes, creo -dijo Alba.

Asentí y, con Martina en brazos, empecé a bajar las escaleras. No podía dejarla atrás. Alba me siguió, preocupada.

-¿Vas a llevarla contigo? -preguntó.

-Sí -dije decidido.

-Gavi, no puedes llevarla contigo, no tengo sillita del coche aquí para ella-me dijo alba y yo suspiré-¿porque no los esperas aquí en casa? No tardaran mucho en llegar-me aconsejó y yo negué.

-Necesito verles ya,joder-le dije con la lágrimas amenazando por salir y ella me miró haciendo una mueca de pena- y si yo siento esto no quiero ni imaginarme lo que han tenido que sentir ellos todo este tiempo-le dije empezando a notar como caían lágrimas por mis mejillas- samu habrá pensando que lo abandone, ¿y tu hermana? ¿Sabes cuántas veces le hablé a tu hermana de que lo que me gustaría verla embaraza? ¿Tener un bebé? Y lo tenemos, pero yo no he estado ahí, ha tenido que pasar por esto sola y no entiendo como nadie me ha dicho nada-sollocé mientras le devolvía a Martina con cuidado-no voy a esperar un segundo más Alba, voy a buscar a mi familia-le dije a mi cuñada y ella asintió.

-Ve con cuidado Pablo-me dijo y yo asentí.

Miré a mi niña por última vez sin querer dejarla atrás y besé su cabecita en un suspiro.

-Te amo mi niña, papi viene en un ratito-le dije antes de dirigirme a la puerta.

Y casi por arte de magia no me dio tiempo ni a tocar la manivela cuando la puerta se abrió entrando por ella Samu y Lara.

-¡Tita, he sido muy valient...-entró Samu corriendo por la puerta pero ni siquiera llegó a acabar la frase cuando sus ojos conectaron con los mios-¡¿Papá?! ¡¡Papá!!

Me arrodille para estar a su altura y el se abalanzó sobre mi abrazandome con todas sus fuerzas.

-Te he echado de menos Papá, mucho-sollozó mi niño en mi pecho y yo besé su cabeza mientras lloraba también.

-Estoy aquí campeon, siento mucho no haber estado, pero estoy aquí para vosotros campeón, sois lo más importante de mi vida-dije apretándolo contra mi y el levantó su cabecita para mirarme.

-¿Mamá, Martina y yo?-me preguntó y yo asentí.

-Mamá, Martina y tu, mi campeón-le dije cogiendolo en brazos mientras el se colgaba de su cuello sin soltarme para levantarme.

La cara de Lara era de sorpresa, se había quedado petrificada al verme ahí, pero no era para menos, habían pasado ocho meses.

-Mi amor, lo siento-sollocé acercándome a ella lentamente y noté como una lágrima calló por su mejilla derecha mientras me miraba emocionada-fue tu carta-ella frunció el ceño-la que me regalaste por Navidad, al leerla...recordé todo, el dia que os conocí, los primeros dias en casa, nuestras tardes de pelis, todo-le dije entrecortado mientras ella me miraba sin saber muy bien como descifrar como.

*Lara*

-Mi amor, lo siento-sollozó mientras yo no podia creerme que él estuviese aqui-fue tu carta-me dijo y yo frunci el ceño sin caer en ese momento de que carta se trataba-la que me regalaste por Navidad, al leerla...recordé todo, el dia que os conocí, los primeros dias en casa, nuestras tardes de pelis, el primer te quiero, todo-me dijo  entrecortado mientras yo seguía sin creer que estuviese aquí.

Después de todo, lo tenía delante de nuevo. Miré a samu, que tenía una sonrisa de oreja a oreja mientras la lágrimas rodaban en sus mejillas abrazado al cuello de su papi y a mi hermana de fondo con Martina en brazos mientras sonreía mordiendo su labio mirando la escena.

-Por favor Lara, di algo, me va a dar un infart...-empezó a decirme cuando me lanzé a sus labios poniendo mis manos a ambos lados de sus mejillas.

Dios, sus besos.

Había olvidado lo bien que encajaban sus labios con los míos, el sabor de su boca, su perfume seguia siendo el mismo, como colocó su mano libre en mi cintura pegándome a él, porque con la otra tenía cogido a nuestro hijo.

-Te amo, te amo, te amo-le dije entrebesos mientras él me decía a mi justamente lo mismo a la vez y nuestras lágrimas se encontraban rodando por nuestras mejillas.

Nos separamos quedándonos cerca mientras nos mirábamos a los ojos y ambos acabamos por mirar a nuestro niño, que tenía una sonrisa que no le veía desde hacía meses.

-Te dije que era papá-me recordó con superioridad y yo reí asintiendo mientras secaba mis lágrimas.

-¿Qué?-preguntó Gavi confuso.

-Te vi hace rato entrar a la calle en tu coche y mamá no me creyó-le explicó a su padre y besé su cabeza con cariño.

-Siento no haberte creído cariño, tenías razón-le dije y el se encogió de hombros con una sonrisa mientras volvía a abrazar a Gavi que besaba su cabeza feliz.

El llanto de Martina en los brazos de Alba fue lo que llamó nuestra atención y fui yo la que me acerqué a coger a mi niña.

-Tiene hambre, ya es la hora-me dijo Alba y yo asentí.
Me la pegué al cuerpo meciendola un poco y me acerqué a Pablo nerviosa como una quinceañera.

El me miraba expectante y yo no sabía ni como empezar esta conversación sin ponerme a llorar.

-Ella es..-empecé entrecortada y el asintió con sus ojos cargados.

-Martina-acabó y yo solo asentí despacio-martina Páez López-me dijo haciéndome entender que sabía que era nuestra hija y yo solo asentí rompiéndome a llorar.

A él le paso lo mismo. Y con su brazo libre nos pegó a su pecho a las dos mientras con el otro abrazaba a Samu también.

-Os amo, siento mucho todo esto, no nos merecíamos esto, os amo a los tres-sollozó y fue samu el que secó sus lágrimas mientras él también lloraba.

-Papi, lo importante es que ahora estamos juntos, los cuatro-acabó mi hijo mirándonos a los tres y ambos sonreímos mientras asentiamos entre lágrimas.

-Los cuatro-repetimos Pablo y yo sin querer soltarnos mientras el cargaba a samu y yo a Martina.

Aún quedaban muchas preguntas por responder, muchas dudas por parte de todos, una larga conversación pendiente que cambiaría mucho nuestras vidas nuevamente.

Pero me daba igual, Pablo estaba aquí con nosotros y ya nada ni nadie iba a conseguir separarme de él nuevamente...

(CONTINUARÁ...)

Es el único de hoy porque no me da tiempo a más pero...¿Qué os ha parecido?!!??!?!

¡Os leeooo!❤️❤️❤️✨️✨️✨️🎊

MARCAS DE GUERRA-PABLO GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora