*Lara*
-¡Vamos Samu!-le gritaba Gavi mientras íbamos en bici por el campo.
Habíamos decidido hacer algo diferente y decidimos pasar el día en el campo, y como no había mejor plan para Samu que venir en su bici nueva, asique pablo y yo habíamos alquilado unas para acompañarle.
Samu aceleró el paso para llegar hasta Pablo que se había adelantado y ambos se pararon cuando hubo una zona verde y bonita para esperarme.
-¿Te apetece que comamos aquí, cariño?-me preguntó Gavi y yo asentí parándome al lado de ellos.
Dejamos las bicis a un lado y Pablo sacó de una cesta que llevaba detrás de la bici un mantel enorme para sentarnos.
-Papi, ¿podemos jugar a la pelota?-preguntó mi hijo señalando el balón que se había traído en su mochila.
Gavi no le contestó, simplemente corrió hacia él subiéndoselo a la espalda como un saco de patatas haciéndolo reír a carcajadas mientras corría hacia el centro.
Sonreí viendo como los dos jugaban con el balón, como Pablo le daba consejos o le enseñaba trucos con el balón para que mejorase y aprendiese.
Mi hijo ya nos habia dicho que quería que lo apuntaramos a fútbol para ser como Gavi, pero hasta que no cumpliese tres años no podíamos hacerlo.
Aún así para su edad era muy inteligente con el balón y no se le daba nada mal.
-¡Mami, ven a jugar!-me dijo Samu y yo sonreí levantándome para ir hacia ellos-Yo soy equipo con mamá-dijo el pequeño sonriendo pillín mirando a Gavi.
-¿Los dos contra mi?-preguntó Pablo haciéndose el dolido mirando al pequeño.
-Papi tu eres mejor, tú solo nosotros contra ti-le explicó mi hijo y yo reí igual que Gavi.
-Venga, reto aceptado, que ganen los mejores-le dijo Gavi poniéndole el puño para que chocase, y cuando mi hijo lo hizo me lo puso a mi para que hiciese lo mismo.
Gavi sacó "desde el centro" del improvisado campo que habíamos hecho y mi hijo fue directo a robarle el balón que lógicamente Pablo dejó que le quitase con facilidad.
Corrí con él y justo cuando estába a punto de chutar después de que samu me la pasase gavi me la quitó con muchísima facilidad sonriendo orgulloso.
Fui a intentar quitársela, pero eso parecía misión imposible, la movía de un lado a otro con una facilidad fascinante, y no fue hasta que mi hijo volvió a intentar quitársela que dejó de chincharme con el balón.
Samu volvió a correr hasta portería y me la volvió a pasar para repetir lo mismo de antes, en cuanto yo tocaba el balón Pablo venía hasta mi para chulearme.
Lo miré alzando las cejas mientras el llevaba su lengua a un lado aguantándose una sonrisa socarrona.
Mi hijo me miró poniendo los brazos en jarra y yo decidí darle un empujón a Gavi para tirarlo y quitarle el balón, pero fue más listo que yo y me agarró por la cintura haciendo que yo también cayese con él.
-¡Corre Samu, chuta!-le dije a mi hijo y él sonrió corriendo a por él balón mientras Gavi intentaba zafarse de mi agarre para quitarle el balón.
Rió al ver como samu chutó y daba vueltas celebrando su gol y se acercó hasta nosotros tirándose encima mía a modo de celebración.
-Vaya golazo, campeón-lo felicitó Gavi mientras nos incorporábamos.
-Te lo dedico, mami-me dijo y yo sonreí sentándolo en mi regazo.
-Gracias mi amor-le dije y el sonrió abrazándome.
-Tengo hambre, ¿podemos comer ya?-preguntó Samu.
Pablo y yo empezamos a sacar los tupper con comida que habíamos preparado en casa, la bebida para todos y frutas cortadas de postre mientras hablábamos de todo un poco y de nada en específico.
Y así fue pasando la tarde, jugamos otro rato, pintamos un poco, miramos el cielo, cogimos flores y cuando se fue yendo el sol tuvimos que volver a casa.
Desde hacía unos días me había cambiado a la habitación de Gavi después de que este convenciera a samu de dormir solo prometiendole decorar su habitación como mi peque quisiese.
La relación mía y del sevillano iba viento en popa y no podía estar más feliz de tener a alguien como él junto a mi.
Mientras yo me duchaba en nuestro baño el fue el encargado de duchar a samu en el otro y después yo me tumbé con samu para contarle un cuento antes de dormir mientras se duchaba él.
A mi hijo le encantaban las historias que me inventaba para que se durmiese pronto, pero después de llevar todo el día para arriba y para abajo sin parar ese día se quedó dormido en cuanto le solté dos frases.
Lo arropé bien y le encendí la lámpara de luz tenue de su habitación dejando un beso en su frente antes de salir.
En mi habitación ya estaba Gavi en la cama con él móvil y en cuanto me vio sonrió viendo como andaba por la cama hasta su pecho y me acurrucaba en él pasando mi brazo por su torso desnudo.
Suspiré relajada disfrutando del aroma de Pablo recién salido de la ducha.
-¿Estás muy cansada?-me preguntó y yo frunci el ceño mirándolo.
-¿Qué?-le dije y el sonrió mientras me daba la vuelta y se posicionava encima mía entre mis piernas escondiendo su cara en mi cuello.
Sonreí llevando las manos a su nuca y cuello dejando caricias en él, y llevé una de mis manos al elástico de su pantalón de pijama.
Él me quitó la camiseta dejándome desnuda de cintura para arriba y beso mis pechos desnudos con cariño para dirigir sus ojos a mi embobado.
-Te quiero-me dijo y yo sonreí cerca de sus labios.
-Te quiero más-repetí sus palabras sacándole una sonrisa enorme que fue cortada por mis labios cuando chocaron con los suyos...
(CONTINUARÁ...)
Uno tranquilito antes de que empiece lo bueno...no digo más✨️
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MARCAS DE GUERRA-PABLO GAVI
FanfictionLara pensaba que Toni era el amor de su vida, pero dejó de serlo hace mucho, después del primer golpe que recibió por su parte cuando estaba embaraza de su hijo Samuel. Conocerá a Gavi cuando el y Toni se conviertan en compañeros de equipo. Gavi la...