MARCAS DE GUERRA-PABLO GAVI

11-Él es bueno

*Lara*

-¿Y dormiré con mamá?-Le preguntó el pequeño a Gavi en el coche.

-Dormirás con mamá enano-le dijo a través del espejo retrovisor y mi hijo ensanchó su sonrisa desde el asiento de atrás.

-Que guay-dijo emocionado.

-A menos que quieras dormir conmigo alguna noche-le dijo el sevillano y mi hijo lo miró negando.

-Prefiero con mamá, contigo juego, con mami a dormir-dijo y Gavi soltó una risa asintiendo.

Fui todo el camino pensativa, por suerte cuando habíamos ido a recoger algunas cosas mías y de Samu a casa Toni no estaba ahí, por que se podía haber armado una buena.

El maletero del coche de Pablo iba hasta el tope de maletas mías y de samu, y la parte de atrás del coche iba repleta de sus juguetes, pero es que mi hijo quería llevárselo todo y el sevillano lo complacia en todo.

Habíamos acordado que nos quedaríamos en su casa de manera temporal al menos hasta que toni me firmase la custodia y el divorcio.

Me había negado en un principio, hasta que del mismo miedo que tenia había acabado en una subida de tensión que los médicos tuvieron que solucionar con calmantes.

Una vez más, Gavi estaba ahí para mi hijo y para mi, asique después de ofrecerme otra vez su casa incluso ofreciéndose a irse él, decidí hacerle caso esta vez para no volver a arrepentirme.

A samu la idea le había encantado y rápidamente hicimos una pequeña mudanza hasta la casa de Gavi.

Cogí a samu cuando aparcamos en el garaje y Gavi abrió la puerta de casa dejándonos paso.

Su cara era más o menos como la nuestra, quizá algo más pequeña pero muy similar.

Nos hizo un pequeño tour por la casa, la zona baja sólo tenía el jardín, la cocina conjunta con el salón y un aseo, y en la planta de arriba había dos habitaciones cada una con su baño independiente.

Nos indicó cual sería la nuestra y fuimos sacando las cosas del coche y subiendolas a la habitación.

-Pero yo quiero ayudar-se quejó Samu siguiendonos.

-Mi amor no puedes ayudar-le dije y él me miró poniendo un puchero.

-Claro que puede-me dijo Gavi obvio y yo frunci el ceño.

Él empezó a darle sus peluches para que fuese subiendo las cosas y yo sonreí.

Mi hijo iba contento y orgulloso de estar ayudando, definitivamente al sevillano se le daban muy bien los niños.

Cuando acabamos llevé las manos a mi sien, había un montón de cosas que ordenar y yo estaba machacada.

Gavi se ofreció a ayudarme, pero una vez más negué, ya bastante me estaba ayudando.

Asique optó por bajarse con Samu para que yo pudiese ordenar todo tranquila.

Tarde casi una hora, pero cuando ya tenía todo listo y bajaba las escaleras oí la risa de mi hijo retumbar en la casa, y eso me llenaba de tranquilidad y paz.

Los dos estábamos en la cocina, Samu sentado en la encimera y Gavi cocinando algo mientras hablaban.

-Mamii-dijo Samu abriendo los brazos y yo andé hasta el abrazándole y dejando un beso en su cabeza-he puesto la mesa-me dijo señalándola.

-¿Enserio?-Le pregunté y el asintió orgulloso-yo ya tengo un hombrecillo, ya no eres un bebé-le dije achuchándolo y el sonrió.

-Y Gavi está haciendo la cena-le dijo señalándolo.

-¿Necesitas ayuda, Pablo?-Le pregunté y el negó sonriendome.

-Solo necesito que os senteis a comer mientras yo apartó, vais a probar la especialidad de la casa-me dijo y yo sonreí asintiendo.

Senté a samu en la silla y yo me senté en la de al lado mientras Gavi volvía con lo que parecía pollo y patatas con una especie de salsa.

Esperamos que el se sentara a comer y cuando samu y yo probamos la comida abrí los ojos sorprendida.

-Esta muy bueno-le dije y Pablo sonrió.

-mmm...esta súper rico-dijo samu llevándose otro trozo a la boca, pero era demasiado grande y no le cabía.

Fui a cortarle los trocitos más pequeños, pero antes de hacerlo Gavi fue el que se levantó para hacerlo.

Samu miró en su dirección sonriente y Gavi le sonrió de vuelta guiñándole un ojo.

-Papá nunca hace esto-le dijo mi hijo y él sevillano me miró sin saber qué decir.

-Porque ya lo hace mamá cariño-le dije intentando cortar el momento incómodo, no quería que mi hijo odiase a su padre aunque se lo mereciese.

-No-dijo samu negando-Papá nunca quiere mis dibujos, ni juega conmigo, papá solo grita y no quiero a papá-dijo negando y Gavi carraspeó cuando terminó de cortar el plato.

-Venga enano, que si te lo comes todo te prometo que mañana jugamos toda la mañana al balón-le dijo y mi hijo sonrió súper contento metiéndose el tenedor en la boca.

Miré a ambos, la complicidad que tenían, el cariño con el que Gavi trataba a samu y la admiración que le tenía mi hijo.

El único desafortunado en todo esto era toni, que podía estar viviendo momentos felices junto a su hijo y los estaba desaprovechando todos.

                               ******

Después de cenar recogí la cocina junto a los chicos y nos fuimos directamente a dormir, Samu y yo compartíamos una cama de matrimonio.

Después de ducharnos lo tumbé en la cama poniéndole su pijama y me coloqué junto a él que se pegó a mi pecho acurrucándose en él.

-Mami-me dijo.

-Que-contesté.

-¿Gavi no te gusta como novio?-me preguntó y yo lo miré separándolo de mi.

-Amor, Gavi es mi amigo, nuestro amigo-corregí y el se encogió de hombros.

-Con Gavi te ríes mami, él es bueno-me dijo y yo sonreí volviéndolo a pegar a mi pecho.

-Lo sé cariño, pero Gavi y yo solo somos amigos-le dije y el asintió cerrando sus ojitos acompañado de un bostezo.

-Vale mami, pero quiero que sepas que si quieres que sea tu novio, a mi no me va a importar-me dijo y yo sonreí acariciando su pelo para que se durmiese.

Me costó mucho coger el sueño, siempre me pasaba cuando dormía por primera vez en un sitio nuevo y más con toda la incertidumbre que había ahora mismo en mi vida.

Solo esperaba no ocasionarle problemas a Gavi por haberme venido a su casa..

(CONTINUARÁ..)

¡Os leoooo!❤️