*Gavi*
Jamás en mi vida habia estado tan nervioso y jamás en mi vida el corazón me había ido tan rápido.
La mañana del día siguiente fue caótica, desayunamos y después nos arreglamos para irnos a pasar el día fuera.
Samu estaba nervioso y contento y yo solo le pedía que dejase los nervios a un lado o su madre notaria que algo estábamos tramando porque la noche de antes ya había estado a punto de pillarnos.
Nos arreglamos, nos pusimos los cuatro guapos y pusimos rumbo a la playa a la que siempre íbamos con los niños listos para pasar un día de los más tranquilo.
Mi mano se posaba en el muslo de Lara con cariño mientras dejaba caricias en él y ella iba tranquila mirando el paisaje sin saber qué en mi bolsillo izquierdo del pantalón estaba el anillo que nos uniría para siempre.
Sonreí mirando al frente y mientras conducía mi memte viajaba a los recuerdos de hace solo un par de años cuando era un chico viviendo la fama de cualquier futbolista que destacase como lo hacía yo con esa edad.
Sin preocupaciones más allá de mi, ni pañales, ni biberones, ni lloriqueos a media noche. Y yo me pensaba que era feliz en ese entonces.
Reí solo al pensarlo y eso captó la atención de Lara.
-¿De qué te ríes?-me preguntó con una sonrisa y yo negué quitándole importancia.
-De nada amor, es una tontería-le dije sonriendole y ella acarició mi nuca con sus dedos mientras volvía a mirar al frente.
Lo mejor que me pudo haber pasado había sido conocerla y enamorarme perdidamente de ella el primer día que la vi, porque me había enamorado de ella desde el primer instante estaba seguro de ello.
*Flashback*
-Encantada, Lara-me dijo ella algo tímida.
-Yo soy Pablo-le dije y noté como su piel y la mía se herizaban a la vez con la piel del otro.
*Final del Flashback*
No sabía que había hecho tantos años sin conocerla.
Miré por el espejo retrovisor a los dos integrantes de los asientos de atrás del coches y sonreí aún más.
Mis hijos eran lo mejor que tenía en el mundo a pesar de estar cansado y dormir en el filo de la cama casi todas las noches.
Eran esas personitas que llenaban la cada de risas y felicidad.
Llegamos a la costa casi a la hora de comer y yo había reservado mesa en un restaurante con la terraza dando a un acantilado precioso que tenía una vistas increíbles.
-Esto es precioso-me dijo Lara con nuestras manos entrelazadas y yo besé su hombro con cariño.
-Tú lo eres más-le dije en un susurro para que solo ella lo escuchase y sus ojos se achinaron dejando ver una cálida sonrisa asomarse.
Llevaba a Martina cogida de mi otro brazo mientras samu cogía la mano de su madre y en cuanto el camarero me vio me reconoció llevándome hasta nuestra reserva que estaba un poco más alejada para tener intimidad.
-abajo hay unos puestecillos de cosas artesanales después podemos bajar a verlos-les dije a ambos mientras esperábamos la comida.
-¡Si! ¡Y después a la playa!-dijo Samu siguiendo nuestro plan.
-Samu pero no traemos bañador, asique Hoy no nos podemos mojar enteros-le advirtió su madre y el pequeño asintió conformándose siguiendo nuestro pequeño plan.
Apenas comí de los nervios que tenía en el estómago.
Todo estaba saliendo conforme lo habíamos planeado. Fuimos a ver esos puestecitos donde compramos un par de cosas que llamaron nuestra atención y después fuimos hasta la orilla de la playa para empezar a jugar con la arena y las pequeñas olas que rompían a nuestros pies.
Esperaba unos mínimos más y ya el sol estaría cayendo haciendo mi momento perfecto.
Y cuando el sol cogió la altura perfecta samu me miró haciéndome una señal que me hizo asentir, era mi momento.
Me acerqué a Lara que jugaba con los pies de nuestra niña en la arena mientras la hacía reír y llevé a Samu conmigo acercandolo también para que fuese parte de nuestro momento más bonito.
Ese que esperaba que recordasemos toda la vida y que le contaríamos a nuestros nietos.
Me senté en la arena al lado de ella con nuestros hijos en medio y ella me sonrió por un segundo haciéndome una señal de que mirase a Martina.
-Amor, tengo una cosa que decirte-comencé a decirle y ella se incorporó mirándome extrañada.
-¿Qué pasa?-me preguntó y yo suspiré nervioso.
Tomé una respiración profunda, sintiendo cómo el mundo se hacía un poco más pequeño, concentrándose en ese preciso instante. Mi mano izquierda, temblorosa, se deslizó hacia el bolsillo donde llevaba el anillo, notando el frío metal contra mis dedos. Lara frunció el ceño ligeramente, confusa.
-El día que te conocí mi vida cobro sentido de forma extraña. Supe que algo cambiaría para siempre mi vida pero jamás pensé que sería algo tan bonito como todo lo que tenemos juntos-dije apartando la mirada de ellos un segundos para mirar a nuestros pequeños y ella sonrió tímida y dulce como siempre era mi chica-fue como encontrar la pieza para completa mi rompecabezas amor, porque tu y yo estamos destinamos a estar juntos para siempre, porque yo me encargaré de ganar batallas contigo, de borrar tus marcas de guerra y de darte todo el amor que necesites-le dije llevando la mano a mi bolsillo.
Su cara cambió a un semblante más serio cuando percibió lo que estaba a punto de pasar y sus ojos se aguaron mientras llevaba una de sus manos a su boca casi sin creérselo emocionada.
-Jamás imagine que iba a dar con la mujer más maravillosa de este universo, con la mujer que iba a ser capaz de hacer cualquier cosa por mi, la que me ama por ser alguien más que Gavi y la que sabe sacar lo mejor de mí en cada situación-le dije sacando la caja y abriendola-gracias por hacerme el papá de nuestros niños, gracias por elegirme todos los días, gracias por amarme de forma sincera y bonita-le dije cogiendo aire mientras incaba rodilla en la arena y veía como por una de sus mejillas se escapaba la primera lágrimas de felicidad.
Sonreí algo nervioso y abrí la caja del todo mostrándole el anillo.
-Mi amor, ¿Vas a querer casarte conmigo?-le pregunté lleno de nervios mientras la miraba a los ojos emocionado, pensando en todo lo que habíamos vivido y todo lo que nos quedaba por vivir.
Su cuerpo se estrujó contra el mío rompiendo a llorar nerviosa y yo sonreí con las lágrimas saltadas de la emoción al ver su reacción.
Sus labios besaron los míos en unos besos inocentes hasta que tímidamente ella asintió con nuestros rostros cerca.
-Si, Pablo, no hay nada en este mundo que desee más que casarme contigo amor, eres el amor de mi vida-me dijo ella agarrando mis mejillas para darme un beso más íntimo.
Sonreí en sus labios al separarnos y coloqué el anillo de su dedo índice mientras nos mirábamos más que felices.
Escuchamos los saltos y la risa de alegría de samu que acabo abrazandonos a ambos contento y a su hermanita que aun no se enteraba de nada pero sonreía de vernos felices a nosotros.
La cogí en mis brazos uniéndola a nuestro abrazo familiar.
Nuestra familia, eso era lo más bonito que tenía...
(CONTINUARÁ...)
He estado más desaparecida porque he tenido un problema de salud y estoy algo decaída.
Aún así poco a poco voy cogiendo fuerzas y espero poder estar más activa en unos días!!❤️
¡Os leo!❤️✨️
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MARCAS DE GUERRA-PABLO GAVI
FanfictionLara pensaba que Toni era el amor de su vida, pero dejó de serlo hace mucho, después del primer golpe que recibió por su parte cuando estaba embaraza de su hijo Samuel. Conocerá a Gavi cuando el y Toni se conviertan en compañeros de equipo. Gavi la...