MARCAS DE GUERRA-PABLO GAVI

71-Año y medio después

*Gavi*

-1 año y medio más tarde-

-Buen trabajo-me dijo flick al salir del bus en forma de saludo mientras chocaba mi mano.

Yo le sonreí contento pero cansado, habíamos estado toda la semana viajando porque habíamos tenido dos partidos fuera de casa y estaba deseando coger el coche y llegar a casa.

Mis compañeros se quedaron algunos hablando en corrillos en el garaje de la ciudad deportiva, yo me fui despidiendo de todos y me monté en mi coche poniendo algo de música de fondo deseando llegar a casa donde ellos estarían esperándome.

Era bastante tarde, pero sabía que habría sido imposible dormir a los niños que estaban deseando verme igual que yo a ellos.

Aparqué en el garaje de casa y subí las escaleras hasta aparecer por el salón cuando escuché pasos salir de la cocina hacia mi dirección.

-¡Papiiiii!-me dijo mi princesa corriendo hasta mi, descalza como siempre porque odiaba los zapatos y con mi equipacion puesta.

Mi Martina ya tenía casi tres añitos y me tenía perdidamente enamorado, mi gran debilidad.

-Hola mi princesa, ¿me has echado de menos?-ella asintió mientras me pedía que la cogiese en brazos y yo la cogí sin problema dejando besos por toda su cara.

Samu bajo las escaleras de dos en dos, mi campeón con sus seis años seguía siendo mi ojito derecho, cada día más parecido a mi en forma de ser aunque su físico fuese igual que el de su madre.

-¡Papá!-me dijo viniendo hasta mi y yo me agaché para abrazarle a él también besando su pelo.

-¿Cómo estás campeón?-le dije-¿el partido?-había tenido partido esta tarde y ni siquiera sabía cómo había quedado.

-3-0 a nuestro favor, yo he marcado y asistencia-me dijo orgulloso y yo le puse mi mano para chocar, era un mounstro con los pies.

-Que orgulloso estoy de ti, hijo-le dije acariciando su nuca y el sonrió apoyándose en mi pecho. Mi pequeño siempre iba a ser mi pequeño por mucho que creciera como la espuma-¿y mamá?-les pregunté a ambos.

Estaba deseando verla.

-Está en la ducha, se encontraba un poco mal en la cena y se ha subido a ducharse-me dijo Samu y yo asentí dejando a ambos en el suelo.

-¿Y vosotros porque no estáis dormidos?-les pregunté a ambos y los dos sonrieron tímidos.

-Queríamos verte papi-dijo Martinita y yo sonreí a ambos mientras me ponía de pie.

-Pues venga a dormir que es muy tarde, mañana desayunamos todos juntos, ¿vale?-les dije a ambos y ellos asistieron.

Primero acosté a samu que ya era más mayor y casi que se dormía solo y después pase al mini terremoto, se notaba que era hija mía.

-No me gusta-me dijo cruzandose de brazos poniendose de morros mientras yo le enjuagaba los pies en la ducha.

-Pues no andes descalza, sabes que a mamá no le gusta que te metas en la cama con los pies sucios, y a mi tampoco-le dije y ella siguió con su mueca de enfadada mientras yo le secaba los pies.

Le puse el pijama y la metí en la cama arropándola.

Justo iba a coger uno de sus cuentos para leérselo cuando la puerta se abrió de par en par dejando ver a mi mujer por ella.

-¿cuando has llegado?-me preguntó al verme.

-Hace nada, estoy por leerle el cuento a Martina-le dije y ella asintió.