61-La playa

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*Lara*

Aprovechando que el buen tiempo asomaba por Barcelona y que Pablo tenía el día libre decidimos irnos a la playa con los niños.

Samu seguía muy emocionado después de su partido de ayer y hasta la pelota de fútbol se llevó a la playa mientras le pedía a Gavi que jugase luego con él, a lo que su padre por supuesto no se negó.

Iba a ser la primera vez de Martina en la playa y no sabíamos cómo iba a reaccionar.

Llevábamos puesta canciones infantiles en el Bluetooth del coche, los niños iban mirando el paisaje por la ventana y Pablo y yo teníamos nuestras manos entrelazadas sobre mi pierna izquierda.

Y mientras dejaba caricias en el dorso de su mano mi mente viajaba al pasado.

Todo lo vivido.

Cosas buenas y malas, pero que me habían hecho llegar hasta aquí.

A la lara de hace dos años nadie le hubiese dicho que sería feliz de nuevo, que se volvería a enamorar perdidamente.

La lara de hace dos años no se imaginaria lo feliz que era ahora su niño, o incluso que volvería a ser mamá. Pero lo era.

Pablo llegó a nuestras vidas haciendola más bonita, y no podía estar más enamorada de él y más orgullosa de como había afrontado las cosas desde un principio.

No todo el mundo está dispuesto a hacerse cargo de un bebé o enfrentarse a tantos problemas por prácticamente una desconocida, y el lo hizo.

Me sentía tan feliz y segura a su lado que no necesitaba nada más. Era el ejemplo que quería para mis hijos y sabia que ellos siempre iban a poder presumir de papá pasase lo que pasase.

-¿Qué piensas, mi vida? Vas muy callada-me dijo Pablo desviando la mirada un segundo hasta mi que me habían invadido los pensamientos mientras el hablaba con los niños.

-Nada importante-le dije con una sonrisa antes de volver a mirar al frente.

-¿Ya hemos llegado?-preguntó samu.

-Si, pero tenemos que buscar aparcamiento campeón-le dijo Pablo y mi hijo asintió emocionado.

-Martina ya verás que la playa te va a encantar, es súper guay-le dijo a su hermana y nosotros sonreímos.

Al principio a samu le molestaba que su hermana no le contestase, hasta que por fin entendió cuando le explicamos que ella era muy bebé y que le tocaría aprender a hablar y desde entonces le narraba todo a su hermanita aunque ella no le Contestase.

Cuando por fin encontramos sitio para aparcar Pablo fue el primero en bajarse para ayudarme a sacar la cosas del coche mientras Samu ya esperaba impaciente intentando desatarse de su sillita del coche.

Martina solo observaba la escena con ojos curiosos.

-Samu, espera un poco-le pidió Pablo riendo mientras se acercaba a desabrocharlo haciendo que nuestro hijo pegase un brinco hasta el suelo-Tienes que ayudarme a llevar las cosas porque mamá tiene que coger a Martina-le dijo y el asintió acercándose al maletero.

Pablo le dio su mochila con todos sus juguetes y una sombrilla que samu insistió en llevar él mientras con su otra mano sujetaba su balón de fútbol. Yo coloqué a Martina en su cochecito mientras Pablo cogía el bolso con las toallas y unos bocadillos y fruta que habíamos traído para comer.

La playa estaba a escasos metros y conforme nos íbamos acercando el sonido relajante de las olas me iban relajando.

Dejamos las cosas en un sitio cerca del agua pero lo suficientemente lejos para que las olas no nos rompiesen.

MARCAS DE GUERRA-PABLO GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora