MARCAS DE GUERRA-PABLO GAVI

72-Cinco

*Gavi*

*Hacía unas semanas*

Entre a la farmacia con un gorro y gafas de sol, a la hora menos concurrida posible y en una a las afueras de Barcelona.

Cogí un champú anticaspa, un cacao, le pedí unas pastillas para la garganta y cuando vi que no llamaba la atención de nadie me atreví a decirlo.

-También un test de embarazo, porfavor-pedí de forma amable y algo cortado.

El chico asintió y casi sin deparar en mi me vendió todo haciendo que yo saliese de esa farmacia a toda leche entrando en el coche, había conseguido comprarlo sin ser visto.

Lara llevaba varios días encontrándose mal y tenía un retraso en su regla, ella había insistido en esperar a que mi hermana volviese de viaje pero yo no me podía aguantar, necesitaba saber si ya estaba embarazada, apenas llevábamos unas semanas intentándolo y solo de pensarlo de camino a casa el corazón me iba tan rápido que lo notaba.

Cuando llegue los niños estaban en el cole yo mismo los había dejado ahí antes de parar en la farmacia y Lara estaba arriba arreglando la casa.

-Amor ya he llegado-le dije abriendo la puerta de la habitación de Martina encontrandomela recogiendo sus juguetes.

Andó hasta mi para besarme en los labios y siguió recogiendo, por lo que me puse con ella a recoger.

Recogimos la habitación de cada niño, la nuestra, los baños....hasta que los dos nos tiramos en el sofá.

Aproveché para acurrucarme en su pecho y pasar mi mano por su abdomen emocionado sintiendo cómo mi piel se ponía de gallina solo de pensar que ahi dentro de ella habría un bebé de los dos de nuevo, y está vez estábamos juntos.

Lara acarició mi nuca y puso su mano sobre la mía.

-Amor, aun no es seguro-me dijo y yo alcé la mirada hacia ella viendo como hacia una mueca- te veo tan emocionado que no quiero que te desilusiones si aún no estoy...estas cosas suelen ser lentas y..-la corté.

-He comprado un test de embarazado-le dije de sopetón y ella abrió los ojos mirándome sorprendida mientras dejaba escapar una sonrisa.

-¿Has comprado un test de embarazado?-repitió y yo asentí-¿como se te ocurre Pablo? ¡Te podría haber visto cualquiera y mañana somos portada en todas las revistas!-me dijo separándose nerviosa.

-Amor he tenido muchísimo cuidado, nadie me ha visto te lo juro-le dije mientras me levantaba a buscarlo y volvía al sofá-háztelo, por favor-le dije haciéndole un pucherito y ella me miró por unos segundos para después rodar los ojos con una sonrisa.

-Te amo-me dijo mientras cogía el test levantándose y yo sonreí yendo tras ella hasta el baño.

-Yo más mi vida, yo mucho mucho más-le dije besando todo lo que podía mientras la abrazaba andando hasta el baño y ella reía, mi sonido favorito.

Abrimos el test leyendo las instrucciones y después ella se sentó para hacérselo mientras yo la miraba atento.

-Amor si me miras tan fijamente me cortas el chorro-me dijo y yo reí apartando un poco la mirada.

-Perdon-le dije y escuché como ella rió y a los minutos conseguía hacer pis.

Tocó mi hombro haciendo que yo me diese la vuelta y puso el test sobre el lavabo nerviosa.

-Ahora a esperar-me dijo y yo suspiré asintiendo.

Ambos nos sentamos en la taza del váter abrazados a esperar esos largos minutos...hasta que el test pitó.

Ella lo cogió sin darle la vuelta y lo puso entre ambos mirándome.

-A la vez-dijo ella y yo asentí.

Y cuando ella le dio la vuelta...ahí estaba.

"Embarazada +3"

Mi primera reacción fue soltar un sollozo mientras le abrazaba con fuerza pero sin ejercer presión sobre su barriguita, donde creía nuestro bebé.

-Pablo...-murmuró ella emocionada también cuando me vio llorar-amor...-me dijo cogiendo mi cara y yo la miré por unos segundos perdiendome en ella.

Jamás había pensando que algún día podría enamorarme con esta intensidad, pero Lara me tenía para ella hasta el último pelo de mi cabeza.

-Te amo mucho mucho mucho-le dije dejando muchos besos por toda su cara, sobre todo sus labios.

-Yo también, papá-me dijo ella con una sonrisa y yo sonreí cerrando los ojos en su cuello mientras colocaba mi mano en su abdomen.

Papá, iba a ser papá de nuevo y esta vez no pensaba perderme detalle.

Salí de su cuello para dejar besos en su abdomen y ella sonrió posando sus dedos en mi pelo.

-Ay bebé...no sabes la suerte que te gastas con la mami que has elegido-le susurré a su barriguita y ella rió inocente mirándome divertida.

-Amor ahora mismo es diminuto, no te escucha-me dijo divertida.

-Claro que si, no me escucha como tal pero si mi tono de voz y tiene que saber que soy su papá-le dije y ella sonrió pasando las manos por mi cuello.

-¿Estás contento de ser familia numerosa entonces?-me preguntó y yo sonreí como un bobo dejando un beso en sus labios.

-Estoy más feliz que nunca amor, tu me haces muy muy muy feliz y tendría mil hijos más contigo-le dije y ella rió mientras me llamaba exagerado.

La mañana se nos hizo corta tumbados en el sofá del casa mientras no parábamos de darnos cariñitos y para celebrarlo en silencio cuando recogimos a los niños decidimos ir a comer fuera.

Aún nos parecía pronto para contárselo a los peques, antes teníamos que ir al ginecólogo y esperar un tiempo que todo fuese bien.

Pasamos por un mural muy chulo donde la gente se solía hacer fotos y un chico se ofreció a hacernos una a los cuatro.

Teníamos muchas fotos familiares, pero esta me hacía muchísima ilusión porque sin nadie saberlo éramos uno más.

Cogi a samu en brazos y Lara cogió a Martina, pase mi mano libre por su cintura y los cuatro sonreímos a cámara.

-¡Vaya familia de cuatro guapos!-nos dijo el muchacho divertido mientras le agradeciamos que nos la hubiese hecho.

De cinco, éramos cinco, pensé emocionado.

Pusimos rumbo a casa un par de horas después porque dimos un paseo y los niños y Lara se comieron un helado.

Cuando volvimos fue la rutina de todos los días, ducha, deberes de samu, cena y a dormir. No me quejaba, me encantaba ser papá.

Cuando consegui dormir a samu lara subia las escaleras con Martina en brazos y se la cogí de golpe haciendo que ella frunciese el ceño.

-Por las escaleras no, amor-le pedí y ella rodó los ojos con una sonrisa-ademas que la niña ya pesa mucho-le dije mientras ambos entrabamos a la habitación de Martina.

-Madre mia...a ver quien te aguanta ahora-me dijo divertida mientras yo arropaba a Martina.

Salimos de la habitación después y en el pasillo la cogí en volandas hasta dejarla en nuestra cama.

-Solo cuido de mi mujer y nuestro bebé pequeño-le dije subiendo su camiseta de pijama para dejar muchos besos en su abdomen, no pensaba separarme de él en estos nueve meses...

(CONTINUARÁ...)

Estamos acabando...🥲✨️

¡Os leo!

Más tarde voy a actualizar murmullos, ¡estad atentos!✨️❤️