18-Permiso a Mami

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*Lara*

Gavi acariciaba mi espalda desnuda con las yemas de sus dedos mientras yo luchaba por no quedarme dormida, pero con las caricias del sevillano me estaba siendo muy difícil.

Él se acurrucó en mi dejando un beso en mi hombro y giré la cabeza en su dirección sonriendo.

-Creía que estabas ya dormida-me dijo y yo negué suave.

-No, pero no tardare en hacerlo, debería irme ya con Samu-le dije y él hizo un puchero demasiado mono pasando el brazo por mi cintura desnuda para acercarme a él.

-También...puedes quedarte a dormir conmigo-me dijo y yo sonreí pasando mi brazo por su pecho.

-Ya, pero sabes lo madrugador que es samu, y si se despierta a media noche o algo...puede pillarnos y no es plan-le dije y el asintió dedicándome una sonrisa.

Se giró de medio lado cogiendo su móvil de la mesita y volvió a soltarle poco después mirándome con una sonrisa súper dulce.

-Feliz cumpleaños-me dijo y yo sonreí como una boba pasando mis brazos por su cuello.

-¿Ya es mi cumpleaños?-le pregunté y el asintió escondiendo su cara en mi cuello para dejar un beso húmedo en él.

-¿Quieres que te adelante un regalo?-me preguntó juguetón.

-Si-Le dije hundiendo mis dedos en su pelo y el de un solo movimiento abrió mis piernas metiéndose en medio de ellas para rozar nuestras intimidades aun desnudas.

Fue dejando besos por mi cuello y clavícula hasta bajar hasta el valle de mis pechos y acabar con uno de mis pezones entre sus dientes tirando un poco de él.

Una de sus manos bajó hasta mi clítoris haciendo movimiento circulares en el y yo gemí en su oreja mientras abría el cajón de la mesita de noche para sacar un preservativo.

Lo abrí tumbándolo sobre la cama para colocarselo y me subí encima de él colocándolo en mi entrada que ya palpitaba esperándolo.

Me agaché a su altura buscando sus labios que rápidamente se juntaron con los míos en un beso muy húmedo mientras él entraba en mi.

Gavi me hacía sentir muchas cosas que me daban miedo y paz a partes iguales.

Besaba y mimaba cada parte de mi cuerpo cuando hacíamos el amor, lo hacía con tanto cariño que me hacía siempre querer más, y justo eso es lo que me daba miedo.

Acabó dándonos la vuelta al cabo de los minutos dejándome debajo de él mientras entrelazaba nuestras manos mientras entraba y salía de mi sin cesar, haciendo que nuestros gemidos fuesen lo único que se escuchaba en la habitación.

-Pablo...-gemí cuando llegó a mi punto exacto.

-Voy a correrme, no puedo más, eres...adictiva-me susurró entrecortado entre besos mientras yo sentía que iba a explotar de un momento a otro de placer.

Y así fue, solo hicieron falta unas embestidas más para que ambos llegáramos al orgasmos acallando nuestros gemidos con la boca del otro.

Dejó un suave beso en mis labios al acabar y sonrió de la misma forma que sonreía yo cada vez que lo miraba.

*Gavi*

Monté a Samu en el coche mientras los dos íbamos a buscar las flores para Lara, pensaba ir a comprarlas a una floristería de un pequeño pueblo a las afueras de Barcelona para que nadie pudiese grabarme.

Aunque tardaron más de media hora el tiempo con Samu se pasó volando mientras cantábamos o hablábamos de cualquier cosa en el coche.

Recogimos el gran ramos de rosas blancas para Lara y entre los dos le escribimos una nota para que la leyese firmada por ambos, yo con mi firma y él con su huella como yo le había enseñado.

MARCAS DE GUERRA-PABLO GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora