Aquella noche, mi mente volvió a ser el escenario de un sueño intensamente vívido y perturbadoramente realista. Me encontraba en un bosque, el mismo escenario recurrente de mis otros sueños, pero una vez más no era mi cuerpo el que sentía sino el de otro ser vivo. Un lobo. Un macho de musculatura potente que se movía ondulante bajo un pelaje azabache reflejando los últimos rayos del sol poniente. Era él, sin duda alguna, aquel lobo de ojos verdes.
Mi mente volvía a estar imbuida en la suya, nuestras almas perfectamente sincronizadas en ese momento. Corría en perfecta armonía con la naturaleza del entorno. Podía sentir la fuerza de su cuerpo, el poder de sus patas golpeando el suelo, la agilidad y libertad que emanaba de su ser como si fueran mías. Era una experiencia liberadora y profundamente perturbadora a la vez.
Continuó sin parar, esquivando árboles y matorrales hasta llegar a un saliente empinado. Un enorme acantilado se abría ante nuestros ojos. Alzó su cuello y con un sonido ronco y profundo aulló a la luna haciendo que los pájaros de los árboles cercanos levantaran el vuelo apresurados. Admiré el paisaje a través de sus ojos. Aquel lugar era precioso.
"Este lugar es increíble ¿dónde está?"
Me arrepentí al instante.
"Yo soy quien debería preguntarte a ti dónde te has metido" respondió malhumorado. "Volví a buscarte a ese maldito pueblucho de Elkmont. ¿Sabes lo que he tardado en recuperar tu rastro?"
"¿Has ido a la manada?" no pude ocultar el miedo. ¿Estaba mi familia a salvo?
"No haría daño a tu familia, preciosa."
Mierda. Aún no me acostumbraba a que alguien pudiera escuchar todos mis pensamientos.
"A no ser que tú me pidas que lo haga. Entonces acabaría con todos ellos"
"¿Qué? ¡No! No quiero que hagas daño a nadie y menos por mi" respondí asustada.
"Bien. No lo haré entonces. ¿Vas a decirme ya dónde estás o tengo que seguir persiguiéndote?"
"Preferiría que no me buscaras" traté de sonar firme.
Una risa burlona sonó en mi cabeza.
"Haría cualquier cosa que me pidieras, preciosa. Cualquier cosa menos eso. Estaré ahí antes de lo que esperas."
La conexión desapareció. Cuando desperté, la realidad de mi habitación me pareció estrecha, como si las paredes quisieran cerrarse sobre mí. La intensidad del sueño me había dejado un rastro de adrenalina que no podía ignorar. ¿Cuánto tardaría aquel lobo en cumplir su promesa y dar conmigo?
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Tayen, la leyenda de las Lunas [Editando]
Hombres LoboCuenta la leyenda que cada mil años nace una luna tan fuerte y salvaje que ningún alfa puede controlarla. Una auténtica líder que amenaza las costumbres patriarcales que han imperado en nuestros clanes generación tras generación. Una luna destinada...