El campus de la Universidad de Yale, ubicado en el corazón de New Haven, era una mezcla armoniosa de historia y modernidad, con una arquitectura impresionante y espacios verdes bien cuidados que creaban un ambiente académico y acogedor. La integración de la universidad con la ciudad se evidenciaba en el vibrante entorno urbano que rodeaba el campus. Los estudiantes y profesores frecuentaban cafeterías, librerías y restaurantes en las calles adyacentes, creando una sinergia dinámica entre la vida académica y la ciudad.
Al ingresar al campus, lo primero que llamó mi atención fueron los edificios de estilo gótico y colonial que dominaban el paisaje. La majestuosa Harkness Tower se elevaba sobre el campus con su arquitectura neogótica, con el sonido de su carillón, marcando el paso del tiempo. Continué caminando observando asombrada los hermosos edificios históricos que rodeaban el lugar y no pude evitar detenerme ante el Sterling Memorial Library, cuya fachada de piedra tallada y sus vitrales evocaban la atmósfera de una catedral medieval. Me adentré en los amplios patios interiores conocidos como "quads", rodeados de edificios residenciales y académicos y admiré los jardines y parques adornados con flores de temporada, estatuas y fuentes que ofrecían un respiro del bullicio académico. Atravesé el Cross Campus, un espacio abierto y amplio, perfecto para eventos al aire libre y actividades estudiantiles y rodeé los edificios académicos William L. Harkness Hall y el Beinecke Rare Book & Manuscript Library, cuyo diseño moderno contrastaba con los edificios más antiguos.
Tomé mi camino por Prospect St. hacia el edificio de admisiones siguiendo a un grupo de jóvenes que también parecían ser de primer año. Me sentía como un pequeño barco navegando en un océano desconocido y eso me hacía sentirme un poco incómoda. Nunca había pasado mucho tiempo entre humanos, alejada de la manada, y aunque sabía que no podían notar que yo no era una de ellos, se me hacía raro estar allí.
El centro de admisiones estaba situado al noreste, en un edificio de estilo gótico que albergaba diversas oficinas y departamentos académicos. La fachada de piedra tallada y las torres puntiagudas le añadían un toque de majestuosidad. Al entrar, el bullicio de estudiantes se hizo más intenso generando una cacofonía de voces y pasos. Esperé pacientemente a que llegara mi turno de hablar con la secretaria, una mujer mayor con gafas de pasta que colgaban de una cadena alrededor de su cuello. Con eficiencia, revisó mis documentos y confirmó mi matrícula.
— Todo parece estar en orden, jovencita. Aquí tienes tu horario y la información sobre el campus. De hecho... — revisó un tablón de anuncios que había a su espalda — Sí, tenemos una visita que empieza en diez minutos, por si te interesa familiarizarte con la universidad — dijo con una sonrisa alentadora.
Mientras me alejaba del mostrador con mis documentos en la mano, una voz alegre me llamó desde el otro lado del pasillo.
— ¡Hola! Perdona no quería ser entrometida pero te he oído. También vas a estudiar antropología ¿verdad? ¿Eres de por aquí?
Era una chica bajita, con una cabellera rubia y rizada que enmarcaba un rostro amigable.
— Sí, me acabo de matricular en antropología para este curso — respondí, tratando de igualar su energía abierta y acogedora — Pero no, no soy de por aquí.
—Soy Mara.
— Tayen — contesté estrechando la mano que me tendía.
— ¡Qué bien coincidir con alguien del curso! — continuó la joven — ¿Vas a hacer el recorrido por el campus? Podríamos ir juntas. Creo que sería genial empezar a conocer gente ¿no crees?.
Acepté tratando de no ser descortés. Al fin y al cabo, no sabía si mi estancia allí sería temporal o permanente, pero tener algún amigo me vendría bien. Mi nueva vida tenía que parecer "normal". Caminamos juntas de vuelta hacia Harkness Tower, donde comenzaría el tour, mientras revisábamos nuestros horarios y descubrimos que compartíamos algunas clases. La conversación con Mara resultó ser bastante agradable. Ella había crecido en una ciudad cercana, a menos de una hora en coche, y estaba emocionada de vivir en el campus y descubrir las aventuras de su nueva vida universitaria como habían hecho sus hermanas antes que ella.
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Tayen, la leyenda de las Lunas [Editando]
WerewolfCuenta la leyenda que cada mil años nace una luna tan fuerte y salvaje que ningún alfa puede controlarla. Una auténtica líder que amenaza las costumbres patriarcales que han imperado en nuestros clanes generación tras generación. Una luna destinada...