I wanna be yours ★ Nate Archibald

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*:･ﾟCapítulo 10*:･ﾟ

˗ˏˋ¿Oyen esas campanas? Es Navidad en la ciudad.'ˎ˗

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Hola, neoyorkinos del Este. Es navidad en Nueva York y en esta temporada, se celebra el bazar Constance Billard-St. Jude's donde lo único extraño son las cosas donadas para la venta.

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Nina:

Enzo sostiene en su mano un objeto que hemos tratado de identificar durante los últimos 5 minutos. Sin éxito alguno.

–Quizá lo estamos viendo al revés. –Deduzco y volteo el objeto. –O quizá no.

–Tal vez ese es su atractivo, no tener forma. Solo es un objeto feo y ya. –Sugiere Enzo y asiento no muy convencida.

–Como sea. –Saco mi cartera y el chico frunce el ceño.

–¿Lo vas a comprar?

Me encojo de hombros. –No tengo regalo para Bart.

–Nina, aquí estás. –Serena se acerca ansiosa. –Necesito tu ayuda. Hola, Enzo.

–Hola, Serena.

–¿Qué necesitas? –Pregunto guardando el regalo de mi padre en mi bolso.

–Una idea de regalo para Dan. Vanessa le dio un regalo insuperable.

–¿Vanessa? –Pregunta Enzo.

–La mejor amiga de Dan. –Contesta Serena.

–¿Es a la que le dijo que Serena y él no habían tenido sexo? –Pregunta ahora mi dirección.

–Exacto. –Contesto asintiendo.

–Gracias por mantener a Enzo bien informado, N.

–De nada. ¿Qué le regaló Vanessa? –Vuelvo al tema.

–Hizo que The New Yorker publicara uno de sus cuentos.

–Si es insuperable. –Comenta Enzo.

–Cierto. Y ya tuviste sexo con él, así que...se me acabaron las ideas. –Digo y Enzo ríe golpeando el hombro de Serena.

–¿Qué pasa con mis mejores amigas y su capacidad de ayudar hoy? –Cuestiona Serena divertida.

–Enzo y yo podemos investigar. –Sugiero ahora seria. – Interrogar a Dan sin que lo note, descubrir sus más profundos deseos navideños. –Suspiro y golpeo el brazo de Enzo emocionada. –Tenemos una misión navideña.

–Genial. ¿Podemos disfrazarnos? –Contesta Enzo copiando mi emoción.

Serena nos mira con el ceño fruncido. –Ustedes se divierten juntos, ¿cierto? –Asentimos efusivamente. –Gracias, chicos. Nos vemos mañana. –Dice lo último elevando el tono mientras se aleja. 

★★★

Toco el timbre de la casa Cowen con algo de duda, puesto que del otro lado de la puerta se pueden escuchar tres voces gritando. Al parecer, los padres de Enzo están molestos porque envió una limusina, en lugar de ir por mí.

La cara aliviada de Enzo aparece cuando la puerta frente a mí se abre. –Hola, hermosa.

–Hola, hermoso. ¿Todo...está bien? –Pregunto con cautela.