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*:・゚Capítulo 14 *:・゚*

˗ˏˋ La dama que desapareció ˗




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Levántate y anda, Lado Este. Oí que la pequeña J está teniendo relaciones internacionales con un caballero agregado. Siempre supimos que tenía amigos en las altas esferas, ¿pero que tan bajo caerá?

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Nina:

Las probabilidades de que tu madre reviva después de 19 años de pensar que había muerto a los pocos minutos de tu nacimiento, es muy baja o prácticamente nula si hace unas noches fuiste con tu hermano a confrontar a esa mujer que te hizo dudar y te dijera, mirándote a los ojos, que tus sospechas eran ridículas. ¿Pero qué pasa si esa misma mujer deja mensajes de voz diciendo que quisiera tener una conversación antes de que deje la ciudad? Las sospechas vuelven a aparecer. Y en mi caso, tienes una conversación con tu mellizo para confirmar las dudas que ambos tenían para llegar al acuerdo de seguir investigando un poco más.

Es así como Chuck y yo terminamos nuevamente en el lobby del hotel Algonquin. Pero esta vez, esperando que Elizabeth salga del hotel para poder entrar a su habitación. No sé si sea la mejor idea, pero es la única que tenemos por ahora.

—¿Aún nada? —Pregunta Chuck, regresando de una llamada y tomando asiento en un sofá individual delante de donde yo me encuentro disfrutando de una taza de café.

—Parece ser que Elizabeth no tiene ningún pendiente hoy. —Alzo los hombros y después de dejar mi taza en la mesita de centro, me dejo caer al respaldo del sofá. Pasan tan solo unos segundos para que el ascensor se abra y de él salga Elizabeth. Enseguida me agacho y coloco mi dedo sobre los labios. —Shhh. —Pronuncio y Chuck me mira con el ceño fruncido y luego rueda los ojos.

Esperamos a que Elizabeth se dirija a la puerta y que la mujer que nos había atendido anteriormente se acerque a nosotros para dejarnos el porta cuentas en la mesa. Chuck lo abre, toma la llave de la habitación de Elizabeth, me la entrega con discreción y deja el dinero acordado.

Como Chuck siempre dice: "Todo se soluciona con dinero".

—Vamos. —Me dice y asiento para seguirlo al ascensor. No son tantos pisos, así que no pasa mucho para que el ascensor se vuelva a abrir. Caminamos con cuidado de que nadie nos vea por el pasillo y cuando finalmente llegamos al número de habitación que estamos buscando, utilizo la llave para poder abrirla.

Al adentrarnos a la habitación, los dos nos separamos para poder buscar en diferentes partes del lugar. Yo me ocupo del dormitorio. Busco en cada uno de los cajones, en la cómoda y hasta debajo de la cama, donde encuentro sus maletas. Saco una de inmediato y la coloco sobre la cama para poder buscar mejor en su interior. No encuentro nada, así que tomo la siguiente y hago lo mismo. No sé muy bien qué es lo que estoy buscando, pero estoy confiada en que encontraré algo...Y estoy en lo correcto. En uno de los bolsillos, mi mano atrapa un pequeño pañuelo. Se siente que lleva algo envuelto, así que quito las capas de tela una por una hasta encontrar lo que esconde. —¡Chuck! —Llamo a mi hermano en cuanto veo el objeto que llevo en la mano. Chuck ingresa en el dormitorio y se acerca cuando estiro el brazo, me mira después de observar lo mismo que yo.

Se trata de la otra parte del relicario y en él hay una foto de Elizabeth...junto a dos bebés.


I wanna be yours  ★  Nate ArchibaldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora