EL SONIDO DE TU VOZ

SONIDO 75

Abro los ojos y veo a Scott, está desconectando sus audífonos, guarda el cable, saca de una maleta ropa y toalla, tocan a la puerta y una enfermera entra, Scott rápidamente toma los audífonos y se los pone, la enfermera da los buenos días, pero es tarde, le ha lastimado los oídos, lo sé por cómo se encoge un poco, pero le responde por igual.

- ¿Cómo se siente? Tenemos indicaciones de que hoy lo dan de alta.

Scott me ve, no se había dado cuenta que estaba despierto, se acerca del otro lado de la cama y me toma la mano, lo miro un momento, pero después a la enfermera, quita un poco la sábana para checar mis heridas, checa mi frente, mis nudillos, pero ella se enfoca en la de la pierna, la cual está vendada por igual, toca un poco el muslo superior en varias partes, Scott me baja un poco la bata, solo estoy en bóxer y bata.

-Está desinflamada, podrá ir a casa, más tarde vendrá la doctora para darle su alta.

-Gracias. –Respondemos Scott y yo.

La enfermera sale y Scott me cubre con la sábana.

- ¿Tienes frío? –Me pregunta. Niego con la cabeza. - ¿Necesitas algo? ¿Más medicamento, quieres el desayuno?

-Quiero que vayas a casa a descansar.

Él me mira, pero niega con la cabeza, hay una profunda culpabilidad en su mirada, presiona un poco mi brazo, lo sé, esto está siento difícil para ambos y más cuando, no soy yo.

-Ve a bañarte, estoy bien. –Él asiente, me da un beso en la cabeza, toma sus cosas y entra al baño.

Por mi parte intento moverme un poco, la pierna la siento por completo tiesa, la venda del abdomen está algo floja, veo mis manos y están llenas de gasas, toco mi cara y lo está igual.

Tocan a la puerta y entra mi madre, le sonrío un poco, ella lo hace más ampliamente.

- ¿Cómo te sientes hoy? –Solo alzo un hombro, ella sonríe tristemente.

- ¿Scott?

-Se está bañando, está cansado.

-Han sido semanas pesadas para ambos, pero no ha querido que te cuidemos nosotros, se siente culpable.

-Lo sé.

-Nos encontramos con la doctora allá abajo, dice que te dan de alta hoy, tu padre ha ido al banco, en cuanto regrese y nos permitan salir, iremos a casa para que sanes la pierna.

-... ¿Y cuándo sanaré aquí? –Se lo digo tocándome el corazón.

-...Eres fuerte mi amor... tu padre, Scott y yo, haremos todo lo posible para que sane todo tu cuerpo, debes platicar con él, enfrentar el problema, decidir si seguirán juntos, él quiere seguir cuidándote, nosotros también, he pedido unos días en la escuela, para poder cuidarte, tu padre por igual, pero en diferentes días, estoy segura que él podrá tomarse más días. –Señala el baño refiriéndose a Scott.

-Él no podrá, duele... duele mucho el cuerpo y más la pierna ¿Y si grito? ¿Y si no puedo con tanto dolor? ¿Qué hará él?

Mi madre me sonríe y abraza, mis lágrimas caen, las que tengo acunadas en los ojos y unas más.

.

.

.

.

.

Cuando nos sentimos mal anímicamente, es más difícil recuperarse. Muchas veces las heridas del cuerpo sanan, pero las mentales y psicológicas tardan más.

Recuerda que, si necesitas ayuda psicológica, debes tratarte. Las loveo lunitas!!!

Recuerden que, si llegamos a los 3 votos y 3 comentarios de diferentes lunas, pongo otro capítulo al día siguiente.