Capítulo 15: Descontrol

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Después de llamar a Jeff a la media hora ya estaba aquí, llama a la puerta y voy a abrir solo quería verlo de nuevo, no puedo estar sin él, cada vez que lo veo me vuelvo a enamorar como el primer día, abro la puerta ni bien lo miró sonrió, entra y la cierra para después acercarse a mí dándome un beso, yo también lo beso tomando su rostro entre mis manos... Él tomó mis caderas con sus manos y me empujó despacio contra la pared más cercana. Bajo su mano hasta mi rodilla y rodeó con mi pierna su cintura. Apretó todo su cuerpo contra el mío, sentí muy presionada su erección contra mí intimidad. Tomó mi mentón en una mano y acerco mis labios a los suyos. Me besó con mucha pasión, su lengua recorrió todos los rincones de mí boca, comenzó a frotar y su erección contra mí comenzó a crecer, estimuló tanto mi clítoris que estaba al borde del orgasmo. Metió la mano dentro de mí blusa tomó mi pezón entre sus dedos para retorcerlo y estirarlo, parecía una tortura... Y me gustaba. Empecé a frotarme contra Jeff a la vez que él ya lo hacía. Mis gemidos hacían eco en el departamento. Estaba tan cerca del orgasmo, podía sentirlo formándose dentro de mí y le digo:

-Estoy cerca.

Eso lo hizo acelerar el ritmo. Llegué al orgasmo entre gritos y suspiros. Nos besamos con amor y ternura, me encantaba cuando nos poníamos salvajes y después nos besábamos lento. Se separó de mí, quitó mi ropa interior y oigo su cremallera bajar y mete su pene dentro de mí lentamente, al principio, para hacerlo de golpe hasta el final. Con mis piernas alrededor de su cuerpo, no había espacio entre nosotros. Inmoviliza entre él y la pared, no podía más que aceptar todo ese placer tan intenso que me fascinaba. Empezó a moverse dentro de mí entre besos, sus caderas se movieron de forma ondulante y su erección estaba alcanzando centímetros que no sabía que había dentro de mí cuerpo, se sintió fuerte y duro por todas partes.

Gemí de gusto cada vez que lo volvía a sentir en mí interior, mi vagina parecía estar más estrecha o él se volvía más grande, pero siempre me tomaba un tiempo acostumbrarme a su tamaño, me sentí muy a gusto totalmente inmoviliza por sus exigentes embestidas. Estaba tomando todo de mí y queriendo ir por más, llevo su pene más profundo. Comence a sentir crecer mi orgasmo. Apreté los ojos y gemí sin contenerme. El orgasmo se volvió interminable e intenso con contracciones. Tuve otro después de ese y sentí la descarga caliente de Jeff muy dentro de mí. Temblé en sus brazos. Nada podría hacerme más suya que esto. Salió de mí, pero yo tenía pequeños espasmos siempre me pasaba después de estar con él y me encantaba.

Tomo mi ropa interior para volvermela a poner y me dice.

- Que haces si todavía falta mucho?

Todavía estaba un poco agotada y me sorprendo. Todavía tengo algo de ingenuidad.

- Que, mucho? No entiendo.

Se acercó, tomó mi rostro entre sus manos y me besó, mientras me besaba sentí que su pene buscaba acción nuevamente y dijo.

- No voy a parar hasta que tus vecinos conozcan mi nombre.

Sonrió y lo beso, tomo su mano.

- Vamos a mí habitación.

Nos tumbamos en la cama, lo abracé tanto con las piernas como con los brazos. Me penetro, cada movimiento me hizo sentir su pene más y más dentro a medida que se ponía cada vez más erecto nuevamente. El calor de su cuerpo me consumía y cada gemido me iba dejando sin aliento. Jeff tenía su boca pegada a mí oído , gemía y pronuncia mi nombre sin descanso, eso me llevó directo a sentir los temblores iniciales de un orgasmo. Las embestida eran más rápidas, luego llevó su boca lamió y chupó uno de mis pezones, con su mano apretó y masajeo el otro seno, volví a tener otro orgasmo gimiendo su nombre tan alto que hizo eco en todo la casa, él seguía, sus movimientos se volvieron deliciosos por toda mi cuerpo que aumentaba, y enseguida me siguió con su orgasmo. Con una última embestida se quedó quieto dentro de mí, mirándome a los ojos.

- Te amo tanto Alicia, no podría vivir sin ti eres todo lo que necesitaba en mi vida.

Acaricio su cabello, ese cabello tan suave que me fascinaba.

- Yo también te amo Jeff quiero estar así contigo para siempre.

Se acuesta al lado y me abraza.

- Mañana tenemos que fingir que estamos peleados, va a ser difícil el no poder ni siquiera verte de lejos.

- Si Jeff unos días más o menos una semana, lo veo lindo un secreto de los dos como novios adolescentes.

- Pero somos adultos Ali no quiero ocultar que te amo.

Lo beso y acaricio su hermoso rostro.

-Mi amor pero quiero que vivamos nuestro momento sin que nadie se entrometa, ya sabes lo que pasó la última vez, no quiero comentarios ni acotaciones de Gisel, Ana u otra persona. Solo una semana, si?

Queda en silencio.

- Jeff, pasa algo?

- Nada, solo que me dijiste "mi amor" y es raro porque nunca me lo habían dicho, incluso es la primera vez que me lo dices.

Lo mire y morí de ternura, era tan adorable, ese hombre que hizo lo que quiso conmigo minutos antes.

- Mi amor, mí amor, mí amor...

Y le doy pequeños besos en todo su rostro.

Y él comienza a sonreír.

- Que hora es Ali?

- No sé la 7 de la tarde creo, por que?

Haremos algo.

Le sonrió pícaramente y él sube encima de mí y me mira fijamente

-  Si... Tengo que arreglar esa puerta se levanta de encima mio y sale de la habitación.

- Bueno, yo preparo la cena y después a dormir.

- Vamos a dormir, estás segura?

- Jaja no.

Fue uno de los mejores días de mi vida, estuvimos tantas veces juntos... Lo amo tanto jamás podría cansarme de él.

Ali y Jeff: Una Historia de Amor, Redención y Perdón. Más allá de la OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora