Capítulo 51: Nombres

39 7 8
                                    

Jeff vuelve a abrazarme y luego me mira, sus ojos tenían lágrimas estaba muy emocionado.

- Y de cuánto estás?

- De 2 meses.

- Y ya es seguro?

- Si, me hice dos test y... Bueno nunca nos cuidamos Jeff desde la primera vez hasta hace unos días nunca lo hicimos.

Jeff sonríe y me besa.

- Hace unos días...

Jeff me alza en su brazos y me lleva a la habitación y me apoya sobre la cama. Él se coloca sobre mí.

- Y ahora?

- Y ahora estaremos juntos... Seré cuidadoso.

Sonrió.

- Esta bien.

Comienza a quitarme la ropa, sigue besando mis labios, luego mi cuello, sus caricias suben y bajan desde mis pechos, pasa por mi cintura y llega hasta mía caderas se repite el proceso varias veces.

Entre jadeos

- Te amo Alicia... No sabes lo feliz que estoy en este momento...

Mientras me besa partes del rostro y cuello yo acaricio su cabello.

- Te amo demasiado Jeff.

Separó mis piernas, se arrodilló frente a mí, dejando un beso sobre mi monte de venus. La situación comenzaba a calentarme en exceso.

Llevo dos dedos a mis labios separándolos, descubriendo el clítoris. succiono éste con cuidado, haciendo movimientos suaves con la boca, sentí pequeños espasmos mientras succionaba mi clítoris, paso su lengua entre mis labios, terminando en mi entrada, introdujo la punta de su lengua suavemente. Mi vagina reaccionó debido a la estimulación de su boca. Gemí echando la cabeza hacia atrás, volvió a succionar y besar cada parte de mí intimidad hasta dejarla empapada, mientras me penetraba con dos de sus dedos, mis gemidos se hicieron más altos, no tarde mucho en llegar al orgasmo, lo que lo hizo sonreír de satisfacción por un momento. Salió de su posición y comenzó a masturbarse, se colocó entre mis piernas, empujó y su pene entro lento y de apoco comenzó a moverse cuando entró un poco más de la mitad, hacía un sonido tan rico que no puedo explicar. Momentos más tarde me di cuenta de que su pelvis ya chocaba con mi entrepiernas.

Sus embestidas se volvieron cortas y veloces, empujándome sin parar. A ese punto mis gemidos eran gritos. Mis piernas comenzaron a temblar, sentí un nudo en el estómago y un cosquilleo en mi interior. Los espasmos abandonaban mí cuerpo, y un alivio generoso me llenaba por completo. Un gemido exhausto salió de mí mi boca, denotando el maravilloso orgasmo que había tenido.

Suspiré con una sonrisa en los labios.

- Eso fue increíble...

Salió de mí y cayó exhausto a mi lado. Hablo con voz entrecortada.

- Vuelvo a decir lo mismo... Cada vez que estoy contigo... Es una experiencia nueva, lo que me hiciste sentir hace un momento fue hermoso, una sensación inexplicable.

Me abrazo a él.

- Esta vez quise hacerlo un poco diferente... Con cuidado más bien. No quiero lastimarte ni lastimar a mí bebé.

- Eso es tan considerado de tu parte Jeff.

- No quiero que pase lo de la otra... Bueno, quiero que esté todo bien y que nada te suceda.

- Me hace tan feliz que me cuides amor.

- Le preguntaré al doctor hasta cuándo podemos y los cuidados al hacerlo.

Ali y Jeff: Una Historia de Amor, Redención y Perdón. Más allá de la OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora