Luna LaRusso, la mediana de la familia LaRusso, cualquiera que tuviese ojos podía ver los rasgos de Luna, porque fue adoptada por los LaRusso cuando tenia menos de un año. Y una pelea con 30 años arrastraría a cualquiera cercano al mundo karateca, p...
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ERAN LOS ÚLTIMOS DÍAS DE VERANO, Luna LaRusso se encontraba en su cama con los cascos puestos mientras su hermana, unos meses mayor montaba una fiesta en su piscina, con sus nuevos amigos.
Luna LaRusso y Samantha LaRusso no eran hermanas de sangre, pero como si lo fuesen.
Amanda y Daniel LaRusso, pensaban que no podrían tener más hijos, por eso adoptaron a Luna, una chica de familia coreana pero nacida en el Valle. Pero, aún así los LaRusso tuvieron otro hijo, Anthony.
Pero querían a Luna como una hija más.
Amanda abrió la puerta de la habitación de Luna luego de no recibir una respuesta.
-Mamá.-dijo Luna quitándose los cascos.
-Menos mal que tú estás aquí.-dijo Amanda aliviada.-Los amigos de tu hermana ya se han ido.
-¿Se han ido o papá los ha sacado?-preguntó y ambas se rieron.
-No estés con los cascos muy alto.-dijo Amanda.-Ya casi vamos a cenar.-dijo Amanda y cerró la puerta.
Al rato, la familia LaRusso se encontraba cenando en la cocina.
Era todo muy silencioso.
-Bueno...chicas.-dijo Amanda para romper el hielo.-Mañana el primer día. ¿Tenéis todo preparado?-preguntó y Luna asintió con una sonrisa mientras que Sam sólo jugaba con los restos de comida en el plato.
-Está muy bueno, mamá.-dijo Luna y Amanda le sonrió.
-Pelota.-le dijo Anthony, el pequeño, un poco repelente.
-Cállate, bicho.-le dijo Lun con el ceño fruncido.
-No tengo hambre.-dijo Sam y se levantó de la mesa para irse a su habitación.
-Está enfadada.-dijo Daniel.
-Ya, no me digas.-contesto Anthony con su sarcasmo.
-Creo que echar a sus amigos fuera de casa no ha sido la mejor idea.-dijo Amanda poniéndole la mano en el brazo a su marido.
-Pero, ¿qué querías que hiciera? Habían unos extraños en mi casa con mis bañadores.-dijo Daniel y miró a Luna.-¿Por qué no nos has avisado?
-Porque no me había dado cuenta.-contestó Luna.-Me di cuenta cuando vi fui a la cocina y vi a dos desconocidos en nuestra cocina. Me dijeron que eran amigos de Sam y Sam me pidió que no dijese nada.
-Iré a hablar con ella.-dijo Daniel y se levantó de la mesa para ir a la habitación de su hija.
-Me iré a dormir.-dijo Luna levantándose y se acercó a su madre.-Buenas noches, mamá.-dijo dándole un abrazo.
-Buenas noches, cielo.-le dijo Amanda y Luna se fue a su cama.
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