Luna LaRusso, la mediana de la familia LaRusso, cualquiera que tuviese ojos podía ver los rasgos de Luna, porque fue adoptada por los LaRusso cuando tenia menos de un año. Y una pelea con 30 años arrastraría a cualquiera cercano al mundo karateca, p...
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—DANIEL LARUSSO.—dijo Silver.—Me alegro de verte.
Los dos senseis habían mandado a sus alumnos adentro del dojo.
—Sí, seguro.—dijo Daniel avanzando con ironía.—Y una mierda.
—Lo entiendo.—dijo Silver tranquilo.—Si yo fuera tú, reaccionaría igual.—dijo Silver.—Mi comportamiento en el pasado fue...—dijo y suspiró.—inexcusable.—finalizó.—Si pudiera volver atrás y cambiarlo todo, lo haría. Ahora sólo puedo decir...que lo siento mucho. Y te aseguro que ya no soy ese hombre.—dijo y los alumnos abrieron las puertas para poder mirar.
—No sé de qué psiquiátrico te has escapado o a qué juego retorcido estáis jugando, pero, si no os largáis de mí propiedad ya, os juro por Dios...
—¡Qué cabreo! ¿Quien es ese?—preguntó Miguel.
—No tengo ni idea.—contesto Sam.
—Parece un Inmortal.—dijo Bert.
—El Inmortal.—corrigió Nate.—Solo puede quedar uno.
—Muy bien.—asintió Silver.—Lo he intentado.—dijo Silver.—Que sepas que nuestros alumnos no van a pelear antes del campeonato, por si te interesa.—dijo y lo señalo.—Siempre que vosotros hagáis lo mismo.
—Recordad nuestro trato: si Cobra Kai gana el All Valley, los dos dejáis de enseñar, para siempre.—intervino Kreese, y cuando dio un paso al frente mientras hablaba, Johnny también lo dio.
—Eso no pasará, porque no vais a ganar.—dijo Daniel y miró a Silver.—Y ahora largaos.
Silver negó con la cabeza y empezó a caminar con Daniel detrás de él.
—¿De verdad has caído tan bajo?—le preguntó Kreese a Johnny.—¿Johnny Lawrence como segundón del pequeño Danny LaRusso?
—Aquí no hay segundones.—dijo Johnny.—Tenemos este dojo entre los dos.
—Ah, ¿sí?—le preguntó apartando la mirada.—El cartel de fuera dice Miyagi-Do.—dijo mirando a Johnny.
—Oye, si no quieres que te infle a ostias, vete con tu compañero de bridge.—le dijo Johnny y Kreese se fue riéndose.
Ambos senseis se volvieron a su dojo.
Luna estaba entrenando con Kenny, Robby y Tory.
—Saben que nosotros tres somos la mayor amenaza.—dijo Robby y miró a Tory.—Y que a nosotros, la condicional nos limita mucho.
—Tenemos que pillarlos donde no haya nadie.—dijo Tory mientras Kenny pegaba al muñeco.
—Atención.—dijo el sensei Silver mientras entraba con Kreese.—Venid aquí.
Todos se pusieron en formación.
—Acabamos de reunirnos con los sensei del Miyagi-Do.—anunció y señaló el suelo con los índices.—A partir de ahora, ni una pelea hasta ek campeonato.
