Luna LaRusso, la mediana de la familia LaRusso, cualquiera que tuviese ojos podía ver los rasgos de Luna, porque fue adoptada por los LaRusso cuando tenia menos de un año. Y una pelea con 30 años arrastraría a cualquiera cercano al mundo karateca, p...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
MOON HARÍA UNA FIESTA, en irte era peligroso invitar a los dos dojos rivales del Valle, pero para Moon eran amigos.
Luna seguía en su línea de intranquila pero con una actitud aguantable.
Estaban sentados en el sofá de Moon cuando se encontraron a los de Miyagi-Do al frente. Eran cuatro, había mucha rivalidad entre los dojo.
—¡Sam! Me alegro de que hayas venido.—dijo Moon entrando al salón.—Los barriles están atrás, las bebidas en la cocina y rollitos veganos recién hechos.
—Moon, no me habías dicho que invitarías a Cobra Kai.—dijo Sam de brazos cruzados.
—He pensado que, como acaba el verano y empezarán las clases, podríamos dejarnos de peleas y volver a ser amigos.—explicó Moon.
—No te hagas ilusiones.—dijo Sam.
—¡Moon!—la llamó Luna.—La próxima fiesta podrías hacerla en la pista de patinaje que hay por aquí.—dijo Luna provocando a Sam, tomó su vaso y lo alzó hacia los Miyagi para darle un trago.
Moon solo sonrió y se fue.
Sam se acercó a su hermana.
—¿Se puede saber que te pasa?—le pregunto Sam.
—No sé, dímelo tú.—dijo Luna con frialdad.
—No sé de qué me hablas.—negó Samantha.
—Una princesa como tú no lo entendería.—negó Luna y cuando fue a irse Sam la agarro del brazo.
—Tienes los mismos recursos que yo.—le recordó Sam.—Tú también eres una princesa.
—Yo siempre he sido tu sombra.—dijo Luna y se soltó del agarre.—Y en el caso de que lo fuese, sería la princesa cobra.—dijo con una sonrisa sarcástica.—Pasa buena noche, Samantha.
Sam vio a su hermana irse, nunca la llamaba por su nombre, ni se refería a ella como princesa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Luego estaban haciendo un rey de la pista, salía gente a bailar y llamaban a alguien a bailar.
Pero fuera estaban jugando a subirse a un taburete y beber, quien se caiga, pierda. Y Tory iba en cabeza.
