Luna LaRusso, la mediana de la familia LaRusso, cualquiera que tuviese ojos podía ver los rasgos de Luna, porque fue adoptada por los LaRusso cuando tenia menos de un año. Y una pelea con 30 años arrastraría a cualquiera cercano al mundo karateca, p...
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DANIEL LARRUSO, cuando salió de su dojo a la parte de fuera, vio a John Kreese golpeando su saco.
—Que bonito te ha quedado.—dijo Kreese con el puro en la mano.—¿Enseñas karate o jardinería?—preguntó sarcástico mientras se enchufaba el puro y le daba una calada.
—Allanamiento de morada. ¿A esto hemos llegado?—le preguntó Daniel.
—He vendido a darte las gracias.—dijo Kreese soltando el humo.
—¿Las gracias por qué?—le preguntó Daniel.
—Por llevarte a nuestros soldados más débiles.—dijo Kreese.—Veo que la de intentar llevarte a Luna no te ha funcionado. Es un detalle.
—"Soldados"—dijo Daniel entre dientes.—Son críos.
—Todos lo hemos sido.—dijo Kreese restándole importancia.—Crees que derrotaste a Johnny Lawrence.—dijo señalándolo con el puro.—Pero te prometo que esta vez no le dejaré perder.
—¿Perder el qué? Esto no es la guerra.—dijo LaRusso mientas Kreese le daba una calada.
—Sí que lo es.—dijo Kreese soltando el humo.—La guerra nunca acaba. La paz es solo una pausa entre batallas.—explicó.—¿Creías que podrías atacar a Cobra Kai sin tener consecuencias?—dijo y se fue, Daniel lo siguió con la mirada para verlo parado unos metros más adelante.—Reza por que tus alumnos estén preparados, porque te garantizo que los nuestros lo estarán.—dijo apagando el puro en un bonsái y lo dejo ahí.—Recuerdos al señor Miyagi.—rió para luego irse.
Ese día en el dojo llegó el sensei Lawrence, su amigo había muerto y había estado unos días fuera con el antes de morir.
—¡Poneos el gi! ¡Empezamos en cinco minutos!—dijo Johnny y todos se miraron confusos y se acercaron a él y a Kreese.—¿Sí, qué pasa?
—Nada, no...pasa nada. Es que creíamos que íbamos a ir al bosque.—contestó Luna.
Johnny miró a Kreese y luego a Luna.—¿Qué pasa en el bosque?
—He pensado que ya es hora de distinguir a los hombres de los niños.—dijo Kreese poniéndose al costado de Johnny y miró a Luna un momento.—Y las niñas también.
—¿Cómo?—preguntó.
—Coyote Creek.—contestó Kreese.
—Dudo que estén preparados.—dijo Johnny y los alumnos se miraron entre ellos.
—Solo hay un modo de averiguarlo.—dijo Kreese luego de reírse.