Luna LaRusso, la mediana de la familia LaRusso, cualquiera que tuviese ojos podía ver los rasgos de Luna, porque fue adoptada por los LaRusso cuando tenia menos de un año. Y una pelea con 30 años arrastraría a cualquiera cercano al mundo karateca, p...
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AL DÍA SIGUIENTE, Demetri y Luna iban por los pasillos del instituto.
—No puedes dejarlo.—dijo Luna.
—El tío me gritó, me tiró por el suelo, y luego voy y le pago.—dijo Demetri molesto.—¿Sabes a quien le pasa eso?—preguntó y se miraron.—A las putas.
—Ya...ya, pero no es tan mala perdona. Dale una oportunidad.—dijo Luna.—No lo conoces como Miguel, me ha contado todo lo que lo ayudó.
Demetri rió.—Así habían las putas.—dijo dándole un leve golpe en el brazo.—Además, no tengo que aprender karate si voy contigo y con Miguel.—dijo y señaló algo con la cabeza.
Era Kyler, con la cara con moretones, que al ver a Luna recordó la paliza de Hallowen y se fue por otro lado.
—¿Lo ves?—le pregunto Demetri.—Nadie se mete contigo.
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Cobra Kai estaba empezando la clase.
—¿Dónde están todos?—pregunto Johnny una vez salió al tatami y vio que faltaba gente, empezó a nombrarlos con los apodos que les había puesto.
—Lo han dejado, sensei.—contestó Miguel.
—¿En serio?—preguntó Lawrence.—Pues mejor. Era una prueba. Quería saber quiénes lo dejarían, vosotros sois los elegidos. Estáis aquí aprendiendo.—dijo el sensei.—Hasta Labio es más fuerte que ellos.—dijo señalando al chico.
Eli recordó que Luna no dejaba que se metiesen con el, ni con Demetri, ni con Miguel antes de la pelea, tenia que aprender a defenderse si quería llamar la atención de Luna.
—¿Puede dejar de llamarme si?—preguntó Eli.
—¿Qué?—le preguntó Johnny.
—Que si puede dejar de llamarme así.—le repitió de nuevo.
—Ah, empiezo a calentar, sensei.—interrumpió Luna.
