Luna LaRusso, la mediana de la familia LaRusso, cualquiera que tuviese ojos podía ver los rasgos de Luna, porque fue adoptada por los LaRusso cuando tenia menos de un año. Y una pelea con 30 años arrastraría a cualquiera cercano al mundo karateca, p...
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AL DIA SIGUIENTE ROBBY, por fin pudo salir del correccional. Encontrándose con Daniel LaRusso y Johnny Lawrence en la puerta.
—No puede ser.—dijo Robby al salir y verlos encarados.
—Robby.—dijo Daniel.
—Hola, Robby.—lo saludo Johnny.
Robby solo esperaba a una persona, y esa persona no estaba.
—Os dije que no vinierais.—dijo acercándose.
—Eres mi hijo. Quería venir.—dijo Johnny.
—Y yo, también.—dijo LaRusso.
—No quiero favores. He estado aquí por vuestra culpa.—dijo Robby molesto.
—Ya sé que estás enfadado, pero hice lo mejor para ti.—le contestó Daniel.—Ahora que has salido, quiero que sepas que siempre tendrás tu casa en Miyagi-Do.
—O conmigo.—añadió Lawrence.
—Va para los dos.—dijo Robby.—Dejadme en paz.—dijo y se fue ignorando los llamados de la gente.
Robby antes tuvo que ir a un sitio al salir del correccional. Quería ver a Luna lo antes posible.
Rellenar un formulario.
Se sentó y en el momento Tory salió de la sala, Robby se levantó precipitado y se acercó a ella.
—Sí, hazlo. Volverás al reformatorio.—dijo Tory, ya que se le venía con intenciones de pelear y Robby relajó los puños.—Estamos en el mismo barco.
—Porque tú provocaste la pelea.—dijo Robby enfadado.
—Y tú la acabaste.—le dijo Tory.—No es justo, ¿sabes?—le preguntó Tory.—Los demás han vuelto a la normalidad, pero nosotros estamos jodidos. Mientras que tu novia...
—No hables de Sam.—la interrumpió Robby.
—Te engaño.
—Cometió un error.—rectificó.—Es buena persona.
—Sí.—asintió Tory sarcástica.—Al tiempo. Te traicionara. Igual que a Miguel.
—No sabes de qué hablas.—negó Robby.
—¿Qué hacemos aquí?—preguntó Tory.—Yo se quien soy, al menos. Tú finges.—dijo y empezó a caminar.—Eh, por cierto...En la sección "vida familiar" escribe "estable".—le recomendó Tory.—Les da igual, no lo comprueban.—dijo y se fue.
Robby relleno el formulario a toda prisa y fue directo a la casa de Luna.
Iba a tocar la puerta, estaba nervioso.
—¿Qué haces aquí?—escucho por la espalda y Robby volteó para ver a Halcón con Luna, en su posición habitual, pasando el brazo por los hombros de la chica.
