Luna LaRusso, la mediana de la familia LaRusso, cualquiera que tuviese ojos podía ver los rasgos de Luna, porque fue adoptada por los LaRusso cuando tenia menos de un año. Y una pelea con 30 años arrastraría a cualquiera cercano al mundo karateca, p...
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AL DÍA SIGUIENTE estaban enganchándose trozos que simulaban una bandera a los brazos, piernas y y espalda, se los enganchaban con gomas transparentes.
—Y ya está.—dijo Halcón terminando de ayudar a Luna con la del brazo.—¿Preparado para el gran día?—le preguntó a Demetri al verlo acercarse.
—Yo nací preparado.—le contestó su mejor amigo.—Como al MIT, no te irás a Barcelona sin mí.—negó Demetri y se fue.
Luna vio la cara de Halcón, quien suspiró.
—¿Qué te pasa?—le preguntó Luna animada dándole un golpe en el brazo.—Siempre que habla del MIT, te agobias.
—No lo he solicitado.—explicó Halcón.
—¿Qué?—preguntó Luna confusa.—¿Por qué?
—Cuando fui con Miguel, Demetri y Kyler a la fiesta de la fraternidad me di cuenta de que no he mirado otras unis.—contestó Halcón y Luna bajo la mirada rascándose la nuca.—Elegimos el MIT antes de lo del karate.—continuó y Luna asentía con la cabeza y lo miró.—Quiero ver si tengo una opción mejor.
—Te entiendo, pero el MIT es una pasada.—le explicó Luna.
—Ya lo sé.—contestó Halcón.—Demetri no habla de otra cosa. Qué agobio.
—Yo se lo diría.—le aconsejó Luna y le dio un golpe para subir a la plataforma.
—Los doce mejores, preparaos.—anuncio Barnes y se pusieron en dos filas, cara a cara.—La prueba de hoy, es un Battle Royale. Las reglas son simples. Proteged vuestra bandera. Robad la de los otros. Si perdéis vuestra bandera, eliminados. Los que tengan más banderas al final irán a Barcelona. Al resto, se os juzgará según como lo hagáis. Tenéis dos minutos.
Johnny le susurró algo a Barnes.
Los chicos saludaron al que tenían al frente y se pusieron en guardia.
—¡Hajime!—gritó Barnes y le dio al cronómetro.
Luna era sigilosa, robaba y mantenía todas sus banderas.
—¡Mierda!—gritó Halcón al notar como le quitaban el de la espalda.
—¡Perdona, tío!—gritó Luna mientras corría y se encontró con Robby al frente.
—Oh, mierda.—dijo Robby y Luna solo fue a por otro. Quería ir con su novio a Barcelona.
—¡Tiempo!—gritó y Anthony cayó al suelo, con la nariz sangrando y Daniel se lo llevó dentro luego de discutir un poco.—¡A ver esas banderas!
