Luna LaRusso, la mediana de la familia LaRusso, cualquiera que tuviese ojos podía ver los rasgos de Luna, porque fue adoptada por los LaRusso cuando tenia menos de un año. Y una pelea con 30 años arrastraría a cualquiera cercano al mundo karateca, p...
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LUNA salía de la peluquería con su nuevo cabello, rubia. Ya era casi la hora de la cena.
Quería dejar los traumas de su pelo negro atrás, y que mejor que hacerlo que teñirse el pelo.
Llegó a casa y al primero que vio fue a su hermano.
—Te vas a quedar calva.—le dijo Anthony.
—Tú sí que te vas a quedar calvo, idiota.—le dijo Luna y siguió caminando a su habitación y se encontró con Daniel.
—Luna, madre mía, ¿qué te has hecho?—le preguntó Daniel.
—¿Tan mal me queda?—preguntó Luna tomando un mechón de cabello.
—No, no, solo que me ha sorprendido.—dijo a Daniel acercándose a su hija.—Te queda muy bien. Puedo preguntar, ¿a qué se debe?
Luna iba a abrir la boca para hablar pero se detuvo, no podía decir la verdad.
—Me huele a cacao mental adolescente, ¿verdad?—le preguntó Daniel y Luna suspiró asintiendo.—Ven.—le dijo y fueron a la cocina, Luna se sentó en el taburete para apoyar los brazos en la mesa.
Su padre le sirvió un vaso con agua por si lo necesitaba.
—Soy todo oídos, cariño.—dijo Daniel sentándose al otro lado de la mesa.
—Bueno, el color negro me recordaba todo lo que había vivido en el Cobra Kai de Kreese y Silver.—dijo Luna y se miró los nudillos por poco tiempo, sabia que si lo hacía mucho se quedaría en trance de nuevo.—Y de Kim.—suspiró.—Y últimamente he estado un poco dispersa y cada vez que me miraba los nudillos, recordaba ese día.—dijo y miró a Daniel.—Y cuando me quede en casa de Tory, meses atrás tuve una pesadilla, que ni ha dejado de repetirse.
—¿Y que pasaba?—le Daniel.
—Estaba en un lugar oscuro, y aprecias tu diciéndome que te había decepcionado por unirme a Cobra Kai.
>>—Luego apareció Robby, con la ropa del día que me dejó diciéndome que le había roto el corazón.
>>—Aparecía Kreese, con el uniforme de la cárcel, diciéndome que era débil como tu y que siempre lo había sido.
>>—Aparecía Sam, diciéndome que era una tramposa por lo del árbitro amañado, con el gi del campeonato.
>>—Luego, aparecía Silver con el gi de Cobra Kai diciéndome que si fuese suficientemente buena, no habría tenido que pagar a nadie.
>>—Apareria Johnny, con el gi de Colmillo de Águila, diciéndome que había traicionado a su sensei, y que el me hizo quien era ahora.
>>—Y por último aparecía ese chico, Kenny, diciéndome que le había arruinado la vida, que yo le animé a seguir en Cobra Kai y que mirase en lo que le había hecho convertirse.
