Luna LaRusso, la mediana de la familia LaRusso, cualquiera que tuviese ojos podía ver los rasgos de Luna, porque fue adoptada por los LaRusso cuando tenia menos de un año. Y una pelea con 30 años arrastraría a cualquiera cercano al mundo karateca, p...
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LUNA SEGUÍA ENTRENANDO a saco.
Kenny la veía entrenar pegándole al muñeco y le parecía raro verla así.
—Dale tiempo.—le dijo Tory a Kenny, le estaba sujetando el pao.
—¿Qué le pasa?—pregunto Kenny haciendo sus combinaciones.
—Robby.—contestó Tory.—Lo han dejado.—Mira quien viene.—dijo Tory y Luna volteó.
—Aquí está.—dijo Silver.—Nuestro hombre.
Raya Látigo.
—En posición.—ordenó a los alumnos que estaban con el.—Un ejemplo de lo que simboliza Cobra Kai.—dijo acercándose a él.—Lealtad.—dijo pasando por detrás de él.—Disciplina. Fuerza interior.—nombró.—Después del ataque cobarde del exsensei Kreese, cualquier o otro se habría escondido en su agujero. Raya Látigo no. Él se mantuvo digno, exigió justicia. Eso es Cobra Kai.—explicó.—Démosle la bienvenida que se merece.—dijo y todos empezaron a aplaudir.—LaRusso, encárgate de la clase. Quiero hablar con este campeón.
—Sí, sensei.—dijo Luna y se puso al frente de la clase.—Puño directo. ¡Aish!—dijo haciendo el puño.
—¡Aish!
—Otra vez.—dijo Luna y empezó a pasearse por el tatami para verlos a todos.—El pie al frente.—le corrigió a un chico.
Todos seguían haciendo los puños.
—Cierra bien el puño.—le dijo a Kenny quien le asintió.—¿A qué estás mirando? Mira al frente.
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Luna después del entrenamiento tuvo que irse a casa de su abuela materna. Amanda y Daniel habían peleado por un movimiento de Silver que involucraba una junta a la que Amanda quería entrar.
Luna llegó del entreno con un batido de la barra del dojo y se sentó en la mesa con sus hermanos.
—Wow, ¿tú dojo tiene batidos?—le preguntó Anthony.
—¿Quieres?—le preguntó Luna y Anthony le pegó un sorbo.
—¿Eres consiente que por culpa del que paga esos batidos estamos aquí?—le preguntó Sam y miró a Luna.—¿Cuanto has dormido?
