Luna LaRusso, la mediana de la familia LaRusso, cualquiera que tuviese ojos podía ver los rasgos de Luna, porque fue adoptada por los LaRusso cuando tenia menos de un año. Y una pelea con 30 años arrastraría a cualquiera cercano al mundo karateca, p...
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LOS COBRAS HABÍAN QUEDADO, en el bosque.
—Entramos y salimos.—recordó Luna.—¿Preparado?—le preguntó a Kyler quien estaba bebiendo una cerveza.
—Pues claro.
Hasta que vieron a Keene acercarse.
—Los he visto más rápidos.—dijo Tory.
—¿Lo has invitado tú?—le preguntó Halcón.
—Pues sí. ¿Algún problema?—preguntó.
—Ten, Keene.—dijo Kyler entregándole una lata.
—Paso.
—¿No puedes con una cerveza?—se burló Halcón.
—Pasó de beber sólo para vacilar.—contestó Robby y vio a Luna apartar la mirada para reírse sarcástica.
—Muy gracioso.—dijo Halcón y tuvo la intención de acercarse.
—Ya vale.—dijo Luna tomándolo del brazo.
—En marcha.—dijo Tory y todos se prepararon.
Se colaron por un hueco de una valla, estaban en el zoo.
—¿El zoo? ¿Qué pensáis hacer?—preguntó Robby.
—Ya lo verás.—contesto Tory y empezaron a caminar.
Luna solo quería acabar esto e irse, no quería estar mucho con el chico Keene.
Negando sus sentimientos acababa antes.
Entraron en el zoo, parecían saber muy bien a donde iban, pero se detuvieron en unas escaleras.
—A ver.—dijo Halcón mirando a su alrededor.—Allí hay cámaras.—señaló.—El guarda hace un descanso cada hora.—le indicó a Kyler, que estaba a su lado.—Tenemos cinco minutos.—dijo y continuaron subiendo.
—¿Cinco minutos para qué?—le preguntó Robby a Luna pero está solo rodó los ojos y siguió subiendo.
—Vamos a hacerle un regalito al sensei.—contesto Tory y siguieron subiendo.
Entraron en la sala de los representantes les y dos se quedaron en la puerta, el paso era prohibido.
Halcón sacó de su mochila una gran bolsa de tela.
—¿Tienes el palo?—le preguntó Halcón a Kyler.
—¡Ah, joder!—se quejó Kyler.—¡El palo!
—Hemos organizado Luna y to el plan ¿y no eres capaz de traer lo único que te pedimos?—le preguntó Halcón.
—Me he olvidado, ¿vale?—le dijo Kyler. —Tengo muchos follones. Si no apruebo Trigonometría mi padre me va a matar.—Halcón y Luna fruncieron el ceño.
