Luna LaRusso, la mediana de la familia LaRusso, cualquiera que tuviese ojos podía ver los rasgos de Luna, porque fue adoptada por los LaRusso cuando tenia menos de un año. Y una pelea con 30 años arrastraría a cualquiera cercano al mundo karateca, p...
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POR LA NOCHE HALCÓN, estaba hablando con Moon en la puerta del dojo.
—¿Le has pegado a Demetri por una reseña en Yelp? ¿Es qué has pedido el juicio?—le preguntó Moon molesta.
—Se ha apuntado a Miyagi-Do.—contestó Halcón serio.
—¿Y qué pasa?—le preguntó Moon.—Es tu amigo.
—Es un jodido friki.—contestó Halcón.—Y nunca dejara de serlo.—dijo enojado.
—Mira.—dijo Moon dando un paso hacia el.—Me gusta esto.—dijo tocando su cresta.—Y estos brazos.—dijo tomándolo del brazo.—Pero pasó de abusones.—dijo y se acercó a su coche.
—¿Adónde vas?—le preguntó Halcón.
—Se acabó.—le contestó Moon.
—¡No, ni hablar!—se quejó Halcón y Moon abrió la puerta del coche para mirarlo como se quitaba la camiseta.—Esto significa para siempre.—dijo señalando su tatuaje.
—¡Creo que yo no te lo pedí!—le recordó Moon y se metió en el coche.
La llamo repetidas veces pero se fue igualmente.
Halcón entró molesto a la sala del fondo del dojo donde estaba el saco de boxeo para empezar a golpear con rabia.
—¿Te has peleado?—le preguntó Kreese desde la puerta.
—Con los de Miyagi-Do.—contestó y siguió dando golpes.—Hemos pedido.—jadeó y siguió golpeando.
—No es verdad.—dijo Kreese acercándose y Halcón volteó.—El combate solo se acaba cuando tú lo decides.
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Luna solo recordaba en su cabeza el momento en el que le dijo eso a Robby.
Estaba fuera de sí.
Luna estaba comiendo algo que acababa de cocinar y se lo había llevado a su habitación.
—No tengo fuerzas ni para esto.—dijo Luna mientras dejaba el cubierto caer en el plato.
