#44 ¿Novia?

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-Voy a Chicago, al concierto navideño y a buscar departamento, deberías acompañarme – me toma de las manos y me tira hasta pegarme a su cuerpo – Te ves tan preocupada...

Acaricia con sus dedos mi rostro, luego me da un beso en la mejilla, otro en la punta de la nariz y otro sobre mi mentón, me hace cosquillas entonces rio sin querer.

-Estoy estresada, Heng sabe lo de nosotras... mis padres me van a matar en la noche...

Le empiezo a contarle mis problemas y ella me escucha mientras me acaricia y responde con ruiditos.

-Sabes llevo varios días averiguando cosas sobre el tema este – me lleva hasta su cama y se acuesta – Descubrí que la ley en todos los estados del país nos protegen, también en Canadá, gran parte de Europa, y LATAM, cariño el único problema esta en nosotras mismas... no le demos demasiada importancia, solo bésame, toma todo lo que quieras de mí, luego ve y grítale al mundo lo que nos pasa y recuerda mi amor que aunque nos odien y salga todo mal yo estaré contigo, porque te quiero y todo lo que siempre hemos buscado no se puede perder así nada más porque los demás decidan que no les gusta ¿de acuerdo?

Empiezo a desabotonar su camisa, y observar el desquiciado cuerpo que tiene, que sexy, yo misma me deshago de mi ropa.

La tiro bajo mi cuerpo, abro todas sus prendes y me aseguro de poder ver su cuerpo totalmente desnudo, antes de tocarla.

Paso mis manos por sus piernas y luego su abdomen, me encantan las formas en que su cuerpo reaccionan, dependiendo el lugar y la forma en que la toco, me acomodo sobre ella nuestros cuerpos desnudos se unen, que sensación tan más placentera.

Ella abre las piernas las enrolla entre las mías haciendo que encaje ahí, la beso mientras me muevo en busca de todo el contacto posible, devoro sus labios sin lastima y doy mordidas ocasionales, entonces siento como su lengua intenta entrar en la mía, se tocan y empiezan una guerra entre ellas todo es tan exquisito.

Suelto un gemido, eso la provoca tanto a ella que muerde mi labio, se siente excesivamente suave, entonces hago un movimiento que en la vida pensé experimentar, tomo una de sus piernas y la elevo hasta casi mi hombro, es demasiado elástica o esta muuuuy caliente no lo sé, pero no hace ni un quejido, también abro mis piernas y ubico mi entrepierna justo sobre la suya.

Creo que con cualquier otro ser humano sería muy extraño, pero ella siempre que me mira parece desear lo mismo que yo.

-Hazlo.

Gime Becky en mi oído pidiendo que mueva mi cadera, lo hago pero entonces me detengo porque el rose se siente tan intenso que no se si pueda con esto, me tomo un segundo y entonces vuelvo a mover mis caderas de arriba abajo, la ojiverde da un grito ahogado y tira su cabeza hacia atrás, ahora lo hago en círculos, ella también levanta sus caderas y las mueve, nuestros centros se rozan, se siente demasiado intenso, me dan ráfagas de calor, me desespero, gimo mucho, siento que no puedo mas me muevo mas y mas y siento que no puedo mas estoy llegando demasiado rápido al orgasmo pero no me detengo.

¡Ahh, Ahh, Ahh, Freen no pares sigue! ¡oh Mierda Freen! – escucho a Becky gritar, poniendo sus manos en mi trasero.

Entonces seguimos, nos movemos muy rápido, gimiendo y en tiempo récord siento como su vagina se empapa y se contrae, ha llegado al orgasmo e inmediatamente también lo hago, me estremezco sobre su cuerpo y luego me tumbo a la cama para tomar un poco de aire.

-Si volvemos a hacer esto – dice entre cortado recuperando el aliento – Moriré de un infarto...

Comienzo a reír, me doy vuelta y la tomo por la cintura para abrazar mis piernas con las suyas.
-Podría seguir así hasta morir.

Prohibido Freen BeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora